¿Hacia
dónde navegan, Europa y Occidente, con el descarte de los ancianos, los muros
de alambre espigado, las tragedias en el mar y las cunas vacías?”
Francisco
lanza algunas preguntas al aire para hacer reflexionar al “viejo continente”:
¿hacia
dónde navegas, si no ofreces procesos de paz, caminos creativos para poner fin
a la guerra en Ucrania y a tantos conflictos que ensangrientan el mundo? Pero
amplia el campo aún más: ¿hacia dónde navegan, Europa y Occidente, con el
descarte de los ancianos, los muros de alambre espigado, las tragedias en el mar
y las cunas vacías? Son preguntas que evidencian las preocupaciones del
Pontífice que hoy desde Portugal ha querido hacer públicas en forma de
llamamiento.
“Es
preocupante cuando uno lee que en muchos lugares se invierte continuamente en
armamento, en lugar de hacerlo en el futuro de los hijos” dice Francisco, pero
también se preocupa por los niños no nacidos y los ancianos abandonados:
“Pienso en tantos niños no nacidos y ancianos abandonados a su suerte; en la
dificultad por acoger, proteger, promover e integrar a los que vienen de lejos
y llaman a las puertas; en la soledad de muchas familias que luchan por traer
al mundo y criar a sus hijos”.
Ante
estos desasosiegos, el Papa asegura que sueña con una Europa, corazón de
Occidente, que utilice su ingenio para apagar focos de guerra y encender luces
de esperanza: “una Europa que incluya a los pueblos y a las personas, sin
perseguir teorías ni colonizaciones ideológicas”.
(Leer completo Vatican News)
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