Adiós Don Estanislao y gracias
Gracias por su visita, por todos los momentos que estuvo con nosotros, alentándonos a seguir siendo ese “continente de la esperanza” que Juan Pablo II tanto quiso porque vio en el la riqueza del alma de nuestra tierra que a veces late en silencio y aunque permanezca oculta guarda en si el inmenso tesoro que Juan Pablo II supo vislumbrar;
Gracias por habernos traído el soplo de su espíritu que se refleja en su mirada serena y generosa, en su fidelidad al maestro, padre y amigo;
Gracias por ser su mensajero, testimoniando su vida y su mensaje.;
Gracias por habernos traído el soplo de su espíritu que se refleja en su mirada serena y generosa, en su fidelidad al maestro, padre y amigo;
Gracias por ser su mensajero, testimoniando su vida y su mensaje.;
Gracias por alimentar en nosotros la llama de la fe propagando la fuerza de la nueva evangelización, que nosotros y el mundo tanto necesitamos.
Gracias por despertarnos de un cierto letargo y reavivar entre nosotros la llamada de Juan Pablo II durante su visita a la Argentina. "Hemos conocido el amor y hemos creído en él" (cf. Jn 4, 16). Invitándoos a mirar a Maria, a invocarla a imitarla porque “Ella es vuestro modelo. Es la Madre de Jesús y de los discípulos de Jesús. Con Ella caminamos hacia un mundo nuevo, hacia la civilización del amor; como pueblo de la Pascua, presente en la historia, peregrino hacia la patria”
Y esperamos que también usted al partir haya pensado como Juan Pablo II al despedirse de nosotros en su viaje apostólico de 1987
Gracias por despertarnos de un cierto letargo y reavivar entre nosotros la llamada de Juan Pablo II durante su visita a la Argentina. "Hemos conocido el amor y hemos creído en él" (cf. Jn 4, 16). Invitándoos a mirar a Maria, a invocarla a imitarla porque “Ella es vuestro modelo. Es la Madre de Jesús y de los discípulos de Jesús. Con Ella caminamos hacia un mundo nuevo, hacia la civilización del amor; como pueblo de la Pascua, presente en la historia, peregrino hacia la patria”
Y esperamos que también usted al partir haya pensado como Juan Pablo II al despedirse de nosotros en su viaje apostólico de 1987
Hasta pronto!
1 comentario:
Seguro.
Un cordial saludo
Tinta
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