Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

domingo, 2 de mayo de 2010

"Sapieha fue para mi un verdadero modelo"


"Sí, Sapieha fue para mí un verdadero modelo porque, en primer lugar, fue un pastor. Antes de comenzar la Segunda Guerra Mundial dijo al Papa que quería dimitir y retirarse. Pío XII, sin embargo, no dio su consentimiento; le dijo: Ahora nos amenaza la guerra, habrá necesidad de ti. Murió como cardenal de Cracovia a la edad de ochenta y dos años.

En la homilía durante el rito fúnebre, el primado Wyszyñski hizo algunas preguntas significativas. Dijo: Cuando nosotros, vuestros huéspedes y amigos, os miramos, queridos hermanos sacerdotes, y os vemos como una apretada corona de corazones rodeando este féretro con los restos mortales de su pequeña figura, figura que no os podía atraer ni por su estatura ni por su fuerza física, quiero preguntaros, sacerdotes de Cracovia, para enriquecer mi experiencia, para profundizar en la sabiduría necesaria a un pastor: ¿Qué amabais en él? ¿Qué cautivaba vuestros corazones? ¿Qué veíais en él? ¿Por qué os habéis acercado, como toda Polonia ha hecho, a esta alma? Aquí realmente se puede hablar de amor del presbiterio diocesano por el propio arzobispo. Aquel funeral de julio de 1951 fue verdaderamente un acontecimiento inaudito en los tiempos de Stalin: un gran cortejo procedía desde la calle Franciszkañska hacia el Wawel; en filas compactas caminaban los sacerdotes, las religiosas, los laicos. Caminaban, y las autoridades no se atrevieron a interrumpir el cortejo. Se sentían impotentes ante lo que estaba sucediendo. Quizá por eso se haya inventado, después del pleito contra la Curia de Cracovia, el proceso post mórtem de Sapieha. Los comunistas no se atrevieron a tocarlo cuando estaba vivo, aunque él considerara que era posible, especialmente cuando arrestaron al cardenal Mindszenty. Pero no se atrevieron.

Bajo su autoridad hice mi seminario: fui antes clérigo y luego sacerdote. Tenía con él una relación de profunda confianza y puedo decir que le quería, como le querían los otros sacerdotes. Con frecuencia se escribe en los libros que Sapieha me estaba en cierto modo preparando; quizá sea verdad. También esto es una tarea del obispo: preparar a quien eventualmente pueda sustituirle.

Los sacerdotes lo apreciaban quizá porque era un príncipe, pero lo amaban en
primer lugar porque era un padre, tenía preocupación por el hombre. Y esto es lo que cuenta sobre todo: un obispo debe ser padre. "


(Juan Pablo II: ¡Levantaos! ¡Vamos!, Sudamericana 2004, pag121-123)

2 comentarios:

Angelina de Maria dijo...

QUERIDA LJUDMILA: SI FUERA UD. TAN AMABLE DE PASARME SU CORREO ELECTRONICO PARA PODER ENVIARLE INFORMACION DE NUESTRO TRABAJO EN EL TEMPLETE DE LA VIRGEN MARIA NUESTRA SEÑORA DE LA SAGRADA EUCARISTIA,SITUADO EN VILLA DEL CARMEN FORMOSA.
ESPERO SU RESPUESTA.
BENDICIONES HERMANA.
ANGELINA DE MARIA.

Ludmila Hribar dijo...

Hola Angewlina. Muchas gracias por tu visita. Acabo de enviarte un mail con mi dirccion. Un abrazo. Ljudmila