Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Navidad 2010 con Juan Pablo II – (2) María, la Theotokos , Madre de Dios, madre de Jesús


En la Audiencia General del miércoles 27 de noviembre de 1996 el Santo Padre Juan Pablo II nos acerca con sus reflexiones a Maria, la Theotokos, Madre de Dios, madre de Jesús.

“1. La contemplación del misterio del nacimiento del Salvador ha impulsado al pueblo cristiano no sólo a dirigirse a la Virgen santísima como a la Madre de Jesús, sino también a reconocerla como Madre de Dios. Esa verdad fue profundizada y percibida, ya desde los primeros siglos de la era cristiana, como parte integrante del patrimonio de la fe de la Iglesia, hasta el punto de que fue proclamada solemnemente en el año 431 por el concilio de Éfeso.
En la primera comunidad cristiana, mientras crece entre los discípulos la conciencia de que Jesús es el Hijo de Dios, resulta cada vez más claro que María es la Theotokos, la Madre de Dios. Se trata de un título que no aparece explícitamente en los textos evangélicos, aunque en ellos se habla de la "Madre de Jesús" y se afirma que él es Dios (Jn 20, 28, cf. 5, 18; 10, 30. 33). Por lo demás, presentan a María como Madre del Emmanuel, que significa Dios con nosotros (cf. Mt 1, 22­23).”

Juan Pablo II nos relata luego testimonios y origen del uso del titulo Theotokos, "Madre de Dios, creado por los primeros cristianos. En el siglo IV, dice el Papa el término Theotokos ya se usa con frecuencia tanto en Oriente como en Occidente. La piedad y la teología se refieren cada vez más a menudo a ese término, que ya había entrado a formar parte del patrimonio de fe de la Iglesia”. “En el siglo V Nestorio puso en duda la legitimidad del título "Madre de Dios", “tesis que fue condenada por el concilio de . Éfeso, en el año 431”.

Luego considera dificultades y objeciones y nos explica que “la expresión Theotokos, literalmente significa "la que ha engendrado a Dios”, "Madre del Verbo encarnado, que es Dios".
[…]
“La expresión "Madre de Dios" – reitera el Papa - nos dirige al Verbo de Dios, que en la Encarnación asumió la humildad de la condición humana para elevar al hombre a la filiación divina”.

Y este Santo Padre que ya a los diez años de su pontificado nos regaló la Carta Apostólica Mulieris Digitatem sobre la dignidad y la vocación de la mujer, y en su Carta a las Mujeres en 1955 decía “El punto de partida de este diálogo ideal no es otro que dar gracias, en esta Audiencia General vuelve a rendir homenaje a la mujer, pero no tan solo rendirle homenaje sino que - en poquisimas palabras - nos llama a una profunda reflexión sobre nuestra gran responsabilidad : “ese título (“Madre de Dios”) a la luz de la sublime dignidad concedida a la Virgen de Nazaret, proclama también la nobleza de la mujer y su altísima vocación.”
Santa Maria, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

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