“Todos debemos buscar a Jesús.
Muchas veces hay que buscarlo porque todavía no se le conoce; otras, porque lo hemos perdido; a veces se le busca para conocerle mejor, para amarlo más y hacerlo amar.
Se puede decir que toda la vida del hombre y toda la historia humana es una gran búsqueda de Jesús.
A veces puede ser obstaculizada por dificultades intelectuales o motivos existenciales al ver tanto dolor y tanto mal a nuestro alrededor y dentro de nosotros; y también por problemas morales al tener que cambiar la mentalidad y el modo de vivir.
No hay que dejarse paralizar por las dificultades, sino que como los pastores de Belén se debe partir con valentía y ponerse a buscarlo.
¡Todos los hombres deben tener el derecho y la libertad de buscar a Jesús! Todos los hombres deben ser respetados en esta búsqueda, cualquiera que sea el punto del camino en que se encuentren. Todos deben tener también la buena voluntad de no vagabundear por aquí y allá sin comprometerse a fondo, y deben dirigirse con decisión hacia Belén. Algunos han narrado la historia y el itinerario de su camino y encuentro con Jesús en libros muy interesantes que merecen la pena leer. Pero la mayoría guarda escondida en la intimidad esta aventura espiritual estupenda. Lo esencial es buscar para encontrar, recordando la frase famosa que el gran filósofo y matemático francés, Blas Pascal, hace decir a Jesús: «No me buscarías ciertamente, si no me hubieras encontrado ya» (B. Pascal, Pensées, 553: Le mystére de Jésus).”
Se puede decir que toda la vida del hombre y toda la historia humana es una gran búsqueda de Jesús.
A veces puede ser obstaculizada por dificultades intelectuales o motivos existenciales al ver tanto dolor y tanto mal a nuestro alrededor y dentro de nosotros; y también por problemas morales al tener que cambiar la mentalidad y el modo de vivir.
No hay que dejarse paralizar por las dificultades, sino que como los pastores de Belén se debe partir con valentía y ponerse a buscarlo.
¡Todos los hombres deben tener el derecho y la libertad de buscar a Jesús! Todos los hombres deben ser respetados en esta búsqueda, cualquiera que sea el punto del camino en que se encuentren. Todos deben tener también la buena voluntad de no vagabundear por aquí y allá sin comprometerse a fondo, y deben dirigirse con decisión hacia Belén. Algunos han narrado la historia y el itinerario de su camino y encuentro con Jesús en libros muy interesantes que merecen la pena leer. Pero la mayoría guarda escondida en la intimidad esta aventura espiritual estupenda. Lo esencial es buscar para encontrar, recordando la frase famosa que el gran filósofo y matemático francés, Blas Pascal, hace decir a Jesús: «No me buscarías ciertamente, si no me hubieras encontrado ya» (B. Pascal, Pensées, 553: Le mystére de Jésus).”
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