Joseph Aloysius Ratzinger, nombre de pila de Benedicto XVI nació en Marktl am Inn (Baviera, Alemania), el 16 de abril de 1927.
Un año más de su vida que nos dona la Divina Providencia. Y cuente con nuestras oraciones para que sean muchos más, con salud, energía y bendición para que nos siga regalando sus sabias palabras de maestro, Maestro de verdad, con mayúscula por el valor de su mensaje.
Recordamos con emoción algunas de sus primeras palabras en la Sede de Pedro: “… esta íntima gratitud por el don de la misericordia divina prevalece en mi corazón, a pesar de todo”… “A pesar de todo…” dijo Usted…cuanto peso adicional se le venia encima!!! Sin haberlo esperado o si? al menos intuido? después que el Papa Juan Pablo II le dijera "No es preciso que escriba la carta, pues yo quiero seguir teniéndolo conmigo hasta el final", porque no quería que usted se alejara demasiado del centro del corazón de la Iglesia, de aquellos pasillos…. de aquel entorno complejo que usted conocía tan bien……..
Cuantas miradas y pensamientos sin expresar habrá compartido con su “amado” predecesor? a quien usted seguía sintiendo tan cercano, enfrentado después con tamaña responsabilidad: “Me parece sentir su mano fuerte que estrecha la mía; me parece ver sus ojos sonrientes y escuchar sus palabras, dirigidas en este momento particularmente a mí: "¡No tengas miedo!"” teniendo ante sus ojos el testimonio del Papa Juan Pablo II que dejaba “una Iglesia más valiente, más libre, más joven. Una Iglesia que, según su doctrina y su ejemplo, mira con serenidad al pasado y no tiene miedo al futuro” ; compartiendo su profunda fe y esperanza en el Señor : “Mane nobiscum, Domine! ¡Quédate con nosotros, Señor! Esta invocación, que constituye el tema principal de la carta apostólica de Juan Pablo II para el Año de la Eucaristía, es la oración que brota de modo espontáneo de mi corazón, mientras me dispongo a iniciar el ministerio al que me ha llamado Cristo…..”
Era el Año de la Eucaristía! cuando despedíamos a nuestro querido Juan Pablo II y usted seguía sus pasos con su misma confianza en el Señor reiterando algunas de sus inolvidables palabras : “ ¡No tengáis miedo de Cristo! Él no quita nada, y lo da todo. Quien se da a él, recibe el ciento por uno. Sí, abrid, abrid de par en par las puertas a Cristo, y encontraréis la verdadera vida”, en una homilía de la cual es difícil extraer o seleccionar algo, tanto sentido y riqueza tiene todo, absolutamente todo su contenido!
Feliz día Santo Padre y bendiciones!
2 comentarios:
Y que cumpla muchos mas junto a nosotros.
;) Gracias Mento. Un abrazo
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