Estoy recopilando textos (y enlaces) del Beato
Juan Pablo II sobre la familia. Trataré de comenzar con los primeros posts lo más
pronto posible.
El domingo pasado, 2 de febrero, día de la Presentación delSeñor, celebramos los 30 años de su Cartaa las familias.
De esta carta extraigo este trozo
de texto:
“Por qué Cristo, en el Sermón de
la montaña, habla de manera tan fuerte y exigente? La respuesta es muy clara:
Cristo quiere garantizar la santidad del matrimonio y de la familia, quiere
defender la plena verdad sobre la persona humana y su dignidad.
Es solamente a la luz de esta
verdad como la familia puede llegar a ser verdaderamente la gran «revelación»,
el primer descubrimiento del otro: el descubrimiento recíproco de los
esposos y, después, de cada hijo o hija que nace de ellos. Lo que los esposos
se prometen recíprocamente, es decir, ser «siempre fieles en las alegrías y en
las penas, y amarse y respetarse todos los días de la vida», sólo es posible en
la dimensión del «amor hermoso». El hombre de hoy no puede aprender esto de los
contenidos de la moderna cultura de masas. El «amor hermoso» se aprende sobre
todo rezando. En efecto, la oración comporta siempre, para usar una
expresión de san Pablo, una especie de escondimiento con Cristo en Dios: «vuestra
vida está oculta con Cristo en Dios» (Col 3, 3). Sólo en semejante
escondimiento actúa el Espíritu Santo, fuente del «amor hermoso». Él derrama
ese amor no sólo en el corazón de María y de José, sino también en el corazón
de los esposos, dispuestos a escuchar la palabra de Dios y a custodiarla (cf. Lc
8, 15). El futuro de cada núcleo familiar depende de este «amor hermoso»:
amor recíproco de los esposos, de los padres y de los hijos, amor de todas las
generaciones. El amor es la verdadera fuente de unidad y fuerza de la
familia."
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