Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

jueves, 23 de mayo de 2019

She Shan Basilica mariana en China, los católicos chinos y el Cardenal Ignatius Pin-Mei Kung ( 4 de 4)


Ignatius Pin-Mei Cardinal Kung  nació el 8 de agosto de 1901l en Shanghái en el seno de una tradicional  familia católica (al menos cinco generaciones).  Ingreso en el seminario a la edad de 19 años.   Fue ordenado sacerdote el 28 de mayo de 1930. Una vez ordenado fue director de una escuela primaria y más tarde de una escuela secundaria diiocesana.   Nombrado Obispo de Soochow el 9 de junio de 1949 y consagrado el 7 de octubre de 1949, fiesta de Nuestra Señora del Rosario.  Mas tarde cuando los comunists ya habían tomado el poder fue nombrado Obispo de Shanghai y administrador apostolico de  Soochow y Nanking.  El Cardenal Kung fue creado cardenal  in pectore (en el corazón del Papa por el Papa Juan Pablo II  sin aviso alguno al mundo ni siquiera al cardenal Kung mismo) en1979 a la edad de 78 años, cuando el Cardenal ya estaba cumpliendo una sentencia de aislamiento de por vida en China.  El Papa Juan Pablo II guardo ese secreto durante 12 años, hasta que el Cqrdenal Kung fue finalmente proclamado cardenal públicamente el 28 de junio de 1991.  


La historia del Cardenal Kung es una historia heroica de pastor fiel.  EL Cardenal Kung rechazo renunciar a Dios y a su Iglesia y por ello debió enfrentar  las consecuencias del dictado de una  prisión perpetua por parte del gobierno comunista chino.   A pesar de habérsele ofrecido salvoconducto para salir de China en varias oportunidades el Obispo Kung siguió acompañando a su clero y a sus fieles inspirando a millones de sus compatriotas a que conservaran la fe dentro de la Iglesia Catolica Romana, en un país comunista durante los ultios 60 aos.  Un hombre que se convirtió en símbolo para lideres mundiales de todos los países por su ferrea lucha defendiendo al libertad religiosa.  No habrá historia que pueda ignorar su valentía y perseverancia. .

Ell Obispo Kung había sido Obispo de Shanghái y Administrador Apostólico de otras dos diócesis durante tan solo cinco años antes que fuera arrestado por el gobierno chino.  En esos cinco años el Obispo Kung se convirtió en uno de los enemigos más temidos por los comunistas chinos – un hombre que atraía tanto atención como devoción de los tres millones de católicos romanos chinos de entonces y el más alto respeto de sus obispos hermanos en China, y ha inspirado a miles para ofrecer sus vidas a Dios.  En desafío a a la  Asociación Patriótica católica china, creada por los comunistas el Obispo Kung supervisaba personalmente la Legión de Maria,  una organización religiosa de laicos dedicados a la veneración de Maria Madre de Dios.  Como resultado muchos miembros de la Legión de Maria eligieron arriesgar un arresto en nombre de su Dios, de su Iglesia y de su Obispo.  Cientos de miembros de la Legión de Maria, incluidos estudiantes, fueron arrestados y sentenciados a 10,15 o 20 años de trabajos forzados.

En medio de las persecuciones, el Obispo Kung declaro 1952 como el Año Mariano en Shanghai.  Durante todo el año se rezaría durante las 24 horas el rosario frente a la estatua de Nuestra Señora de Fátima, estatua que peregrinaba por las parroquias de Shanghai. La santa estatua finalmente llego a la Iglesia de Cristo Rey donde se había llevado a cabo el mayor arresto de sacerdotes hacia tan solo un mes. El Obispo Kung visito la iglesia y personalmente presidió el rosario ante la mirada de cientos de policías.  Al finalizar el rosario, y liderando la congregación de fieles el Obispo Kung rezo: “Santa Madre, no te pedimos un milagro. No pedimos que se detengan las persecuciones. Pero te pedimos que nos apoyes a aquellos que somos débiles”

Siendo consciente que tarde o temprano el y sus sacerdotes serian arrestados, el Obispo Kung preparo a cientos de catequistas para que siguieran difundiendo la fe católico romana en la diócesis.

Los heroicos esfuerzos de estos catequistas, su martirio y el de muchos otros sacerdotes contribuyeron al crecimiento de la Iglesia católica romana clandestina de la China de hoy.  Nadie sabe con exactitud cuántos católicos hay hoy en China, pero se habla de unos 12 millones.  En un encuentro de jóvenes con ocasión del  Año Nuevo de 1953 los jóvenes  testimoniaron “Obispo Kung, en la oscuridad usted ilumina nuestro  camino. Nos guía por el peligroso camino de nuestro viaje.  Fortalece nuestra fe y las tradiciones de la Iglesia. Usted es la piedra angular de la Iglesia de Shanghai.”

El 8 de septiembre de 1955, durante la noche la prensa mundial informo el arresto del Obispo Kung junto a mas de 200 otros sacerdotes y líderes de la Iglesia en Shanghai.   Meses después de su arresto fue llevado a una consulta pública forzada llevada a cabo en el canódromo de Shanghai. Se ordeno a los miles que escucharan las confesiones publicas de los “crímenes” del Obispo. Con sus manos atadas a su espalda y vistiendo un pijama chino, el Obispo de un poco mas de 1,50 mt de altura fue empujado al micrófono para confesar.  Ante la incrédula policía se escucho un claro y fuerte grito “Viva Cristo Rey, Viva el Papa del Obispo. La multitud respondió de inmediato “Viva Cristo Rey, Viva el Obispo Kung”. El Obispo Kung fue rápidamente retirado en un auto de la policía y desapareció del mundo hasta su presencia en la Corte en 1960 cuando fue sentenciado a cadena perpetua.

La noche anterior al juicio el Obispo fue nuevamente preguntado si deseaba colaborar con el movimiento de la Iglesia independiente y organizar la Asociación patriótica china. Su respuesta fue contundente. “Yo soy un Obispo católico romano. Si denuncio al Santo Padre, no solamente no sería Obispo, sino que tampoco sería católico. Pueden cortarme la cabeza pero nunca podrán quitarme alejarme de mis deberes.

El Obispo Kung despareció tras las rejas por treinta años. Durante estos treinta años, vivió largos periodos en total aislamiento.  Numerosos solicitudes para visitarlo en prisión por organizaciones religiosas y de derechos humanos fueron denegadas y también rechazados pedidos de funcionarios de gobiernos extranjeros. No se le permitía recibir visitas, tampoco familiares cartas ni dinero para comprar elementos esenciales, derechos que tienen otros prisioneros.


Los esfuerzos por la excarcelación liderados por su sobrino Joseph Kung y organizaciones de derechos humanos, incluida Amnesty International, la Cruz Roja, el gobierno de Estados Unidos nunca cesaron. Finalmente en 1985 fue liberado de la cárcel pero debió permanecer otros diez años bajo arresto domiciliario en custodia de obispos de la Asociación Patriótica que lo  habían traicionado a el y al Papa, y que habían usurpado su diócesis.    Inmediatamente después de su liberación de la prisión el New York Times dijo que el mensaje ambiguo de la agencia de noticias china sugería que las autoridades, no el obispo, se habían rendido.   Después de dos años y medio de arresto domiciliarios fue oficialmente liberado

Poco tiempo después de haber sido liberado de la prisión se le permitió asistir a un banquete organizado por el gobierno de Shanghai para darle la bienvenida a su Eminencia el Cardenal Jaime Sin, Arzobispo de Manila, Filipinas en visita amistosa. Fue la primera vez que el Obispo Kung se encontraba con un obispo visitante de la Iglesia universal después de su arresto. El Cardenal Sin y el Obispo Kung fueron ubicados en  puntas opuestas  de la mesa y separados por mas de 20 comunistas, no teniendo  ocasión alguna para intercambiar palabras privadamente. Durante la cena, el Cardenal Sin sugirió que cada persona cantara una canción para celebrar. Cuando le llegó el turno al Obispo Kung, en presencia de funcionarios del gobierno Chino  y los obispos de la Asociacon Patriotica china, el Obispo Kung miro directamente al Cardenal Sin y comenzó a cantar “Tu es Petrus et super hanc petram aedificabo Ecclesiam” (Tu eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi Iglesia), una canción de fe proclamando la suprema autoridad del Papa. EL Obispo Kung le confirmó asi al Cardenal Sin que durante todos los años de cautiverio había permanecido fiel a Dios, a su Iglesia y al Papa.

Después del banquete, Aloysius JIn, el Obispo de la Asociacion católica patriótica china, le refuto al Cardenal Kung “Que esta tratando de hacer? Dando a conocer su posición”? y El obispo Kung le respondió serenamente”No era necesario señalar mi posición. Mi posición nunca ha cambiado”.   Fue una cancan simple mediante la cual el Obispo declaraba su firme devoción y amor al Pastor de la Iglesia y a su gente.  Despues de haber permanecido casi un tercio de su vida en prisión por haber renunciado rechazar a Dios y a la Iglesia Catolica Romana este hombre enunciaba su declaración de fe por medio de la canción. .

El Cardenal Sin le llevo de inmediato este mensaje al Santo Padre y anunciar al mundo que este hombre jamás había desfallecido en su  amor a la Iglesia a pesar de tantos  sufrimientos  inimaginables, aislamiento y dolores. .  En 1988,su sobrino Joseph Kung, tras varios viajes a China  obtuvo permiso para acompañarlo a Estados Unidos para recibir atención médica.

El Obispo Walter Curtis, entonces Obispo católico romano de Bridgeport, Connecticut, invito al Obispo Kung a quedarse allí junto a los clérigos retirados de la Diócesis de Bridgeport. El Cardenal Kung murió el 12 de marzo de 2000, a la edad de 98 años. 
    

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