Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

viernes, 3 de mayo de 2019

Camilo Ruini: Breve biografia de Karol Wojtyla (2 de 4)



(presentada en la Sesión de apertura de la investigación diocesana sobre la vida, virtudes y fama de santidad del Siervo de Dios Juan Pablo II, en la Basílica de San Juan de Letrán el 28 de junio de 2005)

Karol Joven sacerdote: el seminario clandestino, los estudios romanos, la pastoral en Cracovia y profesor en Lublin.

Ya en Wadowice y después en Cracovia maestros y amigos veian a Karol  destinado al altar;  sin embargo el siempre había puesto resistencia a esta idea, sobre todo porque se sentía profundamente atraído a otra vocación, la del teatro, el arte y las letras.  Quien jugó un rol muy particular en la llamada al sacerdocio  y acogimiento a ella – tal como Juan Pablo II mismo confía en Don y Misteriofue la gran figura de Adam Chmielowski,  el santo hermano Alberto, celebre patriota y pintor polaco que tuvo la firmeza  de romper con el arte mismo, cuando comprendió que Dios lo llamaba a servir a los desheredados y a compartir con ellos su vida. Es a él a quien Karol Wojtyla le dedicará el drama Hermano de nuestro Dios, y después,  como Papa,  lo proclamara Beato en Polonia en 1983,   y Santo en Roma en noviembre de 1989, en momentos que se desplomaba la cortina de hierro.
Pero la vocación sacerdotal de Karol madura plenamente durante 1942 y en otoño de aquel año toma la decisión de entrar al seminario clandestino de Cracovia, que funcionaba clandestinamente, y continúa trabajando en la fábrica. Al mismo tiempo en su itinerario de formación al sacerdocio en la Facultad de teología de la Universidad Jaguellonica, también esta clandestina, comienza el estudio sistemático de la filosofía, en particular de la metafísica. 
El Cardenal Arzobispo de Cracovia, Príncipe Adam Stefan Sapiehahabía decidido alojar el seminario clandestino en su propia residencia. Allí encontró refugio el joven seminarista a partir de 1944 siendo testigo de la noche de la liberación de Cracovia por parte de la Armada rusa, el 18 de enero de  1945. El año académico 1945-1946  pudo desarrollarse normalmente y el Cardenal Sapieha que había decidido que Karol Wojtyla completase sus estudios en Roma, decide ordenarlo sacerdote, anticipadamente a sus compañeros de curso, el 1 de noviembre de 1946, en la capilla privada de la residencia.  En su libro Don y Misterio Juan Pablo II nos ha dejado una descripción muy emocionante  de aquella ordenación y las tres Santas Misas que celebrara el día después, 2 de noviembre, en la cripta San Leonardo de la Catedral de Wawel.
A fines de aquel mes de noviembre el novel sacerdote Karol ya se encontraba en Roma, inscripto para la licenciatura de teología en el Pontificio Ateneo Angelicum, donde se destacaba la figura del padre Reginald Garrigou Lagrange, OP, quien fue también tutor de su tesis de doctorado  La fe  según San Juan de la Cruz, la doctrina que se refiere a la fe de San Juan de la Cruzque Karol defiende el 19 de junio de 1948. Cautivado por un ambiente cultural y teológico particularmente fuerte, Karol permaneció por dos años más en el Colegio Belga animado por aprender Roma de la mejor manera posbile, tal como se lo transmitió al Rector del Seminario de Cracovia, el padre Karol Kozlowski, y asi no solo aprendió la historia y la belleza, sino que también asimilo el ambiente universal y católico que espontáneamente se fue insertando en la gran tradición católica polaca. Karol en sus vacaciones de verano visito también Francia, Holanda y Belgica, conociendo en parte las nuevas problemáticas pastorales expresadas en su escrito Francia, país de misión, y también Ars, donde en su encuentro con la figura de San Juan Maria Vianney aprende que una parte esencial de su misión es en el confesionario, tal como el mismo describe en su libro Don y Misterio. La actitud general con la cual Karol encaraba la vida se descrie en pocas palabras expresadas por el a uno de sus compañeros sacerdotes: «Debemos organizar la vida de manera tal que toda ella pueda glorificar a Dio».
Regresado a Polonia es invitado a Niegowic  como Vicario parroquial, pero después de tan solo un año es llamado a Cracovia para convertirse en Vicario parroquial de la parroquia de San Florián  y cumplir allí una capellanía  para estudiantes universitarios.  No obstante los constantes obstáculos interpuestos por el régimen comunista, da pruebas de una extraordinaria capacidad educativa y de creatividad pastoral y cultural en su trabajo y facilidad de entrar en profunda sintonía con ellos, guiándolos en su trabajo e introduciéndolos al mismo tiempo en la verdad, belleza y desafíos de la persona, de la cruz y de la resurrección del Señor Jesus. Comienza así, ya entonces, a ejercitar esa maravillosa fascinación que desarrollará como Pontifice, a  través de las Jornadas mundiales de la Juvent5ud.
Después de la muerte del Cardenal Sapieha, el Arzobispo Eugenio Baziak  quiso sin embargo que Karol se dedicase a la enseñanza universitaria y le concede, a partir del 1 de septiembre de 1951, dos años sabáticos para escribir la tesis de su  habilitación, con el título:  Evaluaciónde la Posibilidad de construir la Etica Cristiana sobre el sistema de MaxScheler’.   Este estudio, que obtuvo la aprobación académica el 30 de noviembre de 1953, le permitió al joven sacerdote penetrar en el pensamiento fenomenológico, arribando así a la conclusión que la fenomenología es un instrumento importante y precioso para indagar las dimensiones de la experiencia humana, pero necesita fundamentarse en la concepción realista del ser y de la conciencia, que Karol había profundizado en sus estudios precedentes.  Se vislumbra así el rumbo de su proyecto filosófico, que intenta presentar la objetividad y el realismo del pensamiento clásico con el énfasis moderno de la subjetividad y de la experiencia que culminará en la gran obra Persona y acción, publicada en 1969, cuando Karol Wojtyla ya era Cardenal. Esta orientación de fondo es bien visible del resto, también en sus enseñanzas como Pontífice, recuerdo tan solo las paginas iniciales de la Encíclica Dives in misericordia, con el principio de la conjugación “orgánica y profunda” de teocentrismo y antropocentrismo.
La clausura de la facultad de teología de la Universidad Jaguellonica, decretada por el régimen en 1954, obligo al nuevo profesor a proseguir su carrera académica no en Cracovia como había planeado,  sino en la Universidad Católica de Lublin, a partir del otoño de1954, obteniendo ya en noviembre de 1956 la cátedra de ética en la Facultad de Filosofía continuando hasta fines de 1961, su actividad académica regular. Son aquellos años de sus continuos viajes en tren, entre Cracovia y Lublin: Karol Wojtyla que había aceptado tan solo por obediencia los dos años sabaticos ordenados por el Arzobispo Baziak, prosiguió un intensa actividad en Cracovia  sobre todo con los jóvenes, compartiendo con ellos también vacaciones. Mientras tanto continúo componiendo poesías y escribiendo dramas.

(traducido de: Camillo Ruini  Alla sequela di Cristo Giovanni Paolo II il Servo dei Servi di Dio, Cantagalli, Siena, feb 2007)

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