Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

viernes, 25 de enero de 2019

JMJ 2019 Primer dia de catequesis (2)



 “El miércoles tuvimos un día bien intenso en la JMJ: fue el primer día de catequesis. En nuestra sede, la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, estuvimos con un obispo nicaragüense que nos habló del tema "Aquí estoy, Señor". Luego respondió las preguntas de los jóvenes presentes (éramos de varios países). De ahi nos fuimos al Parque Omar, donde en estos días se vive uno de los centros espirituales de la JMJ con distintas propuestas... Ahí visitamos la feria vocacional con los distintos stands de congregaciones y movimientos eclesiales... Estuvimos rezando en la Capilla de Adoración, que está a cargo de las hermanas Misioneras de la Caridad, y por eso puede venerarse ahi una reliquia de Santa Teresa de Calcuta. Y allí también pudimos rezar frente a la imagen de Nuestra Señora de Fátima (traída especialmente desde Portugal... según algunos vino a Panamá a llevarse la JMJ para allá... ¡el domingo se sabrá!). Un lugar muy especial de oración donse pudimos escuchar a Cristóbal Fones, el jesuita de Chile que canta música católica. De allí nos fuimos a la Iglesia Nuestra Señora de Lourdes, donde tuvimos una Misa de los argentinos, con el templo lleno, que fue presidida por el Arzobispo de Salta: una fiesta celeste y blanca. Y desde allí nos fuimos a la calle, a esperar al Santo Padre, que pasó delante de nuestro, frente a una multitud que lo esperaba. La emoción de verlo cerca, de ver su sonrisa, de estar frente a él, se sintió en el corazón de todos. Sólo con su presencia el Sucesor de Pedro ya nos confirmó en la fe... esta tarde lo hará también con su palabra. Por la noche cerramos la jornada tomando unos mates en la plaza del barrio donde nos alojamos, junto a algunos de nuestras familias que ya se están haciendo también amigas del mate!”

El jueves a la mañana participamos de la catequesis en la iglesia Nuestra Señora del Rosario. La catequesis en esta ocasión no la dio un obispo porque los obispos centroamericanos a la misma hora se encontraban con el Papa Francisco. Por esta razón, en nuestra sede, la catequesis fue dada por el Padre Pedro Madrid, asesor nacional de pastoral juvenil de El Salvador, sobre el tema "servidores del Señor". Luego de la catequesis hubo varias preguntas y respuestas de los jóvenes .

 Y terminamos con la celebración de la Misa. Después de la Misa la parroquia ofreció un almuerzo al sacerdote que dio la catequesis y a uno o dos representantes de cada nacionalidad: participamos con Mariano por Argentina. De allí nos fuimos a la Cinta Costera para vivir el primer gran encuentro con el Santo Padre. Fue un verdadero caos la entrada, mucha gente queriendo entrar al mismo tiempo, y se hizo bastante difícil. Pero una vez que entramos pudimos acomodarnos en un lugar con una buena pantalla, en un lugar donde podíamos estar cómodos para participar de la ceremonia (en realidad la clave es no obsesionarse para estar adelante de todo). Desde donde estaba pudimos ver al Santo Padre ya que hizo un amplio recorrido por la Cinta Costera tanto al principio como al final de la ceremonia. Las palabras del Papa, como siempre, una genialidad, desde el primer momento que dijo "¡Qué bueno volver a encontrarnos en esta tierra que nos recibe con tanto color... y calor!". Recordó cuando tres años atrás dijo que no sabía si él iba a estar en Panama pero que Pedro sí iba a estar: "¡Pedro y la Iglesia caminan con ustedes!". Y no para crear una Iglesia más divertida o cool, una Iglesia paralela, sino un nuevo Pentecostés. Insistió mucho en que más allá de todas las diferencias que nos distinguen, podemos vivir la cultura del encuentro. Y nos advirtió que es el demonio el que busca dividirnos. Fue muy lindo cuando dijo que «el amor verdadero no anula las legítimas diferencias, sino que las armoniza en una unidad superior» y preguntó ¿Saben quién dijo esto? ¡El Papa Benedicto! Un aplauso para el que nos está mirando por televisión!". Nos llamó a ser constructores de puentes y no de muros. Y a no tener miedo de amar. Y nos hizo repetir, con San Romero, que el cristianismo es Jesús. Al final nos dijo que lo más esperanzador de esta JMJ iba a ser nuestra oración y los rostros con los cuales volvamos a nuestras casas. Después de recibir la bendición del Papa nos fuimos a conocer el Casco Antiguo y volvimos a las casas con todo lo que el Papa nos dejó en el corazón.

(publicado con el permiso del joven sacerdote Sebastián Zagari, San Pedro, Prov. Buenos Aires – invito visitar su Facebook) .

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