Con un “Queridísimos míos”, que no es dificil imaginar iba dirigido a los jovenes, saludaba el Beato Juan Pablo II durante su primer viaje apostólico a su patria en 1979 a los jóvenes de Gniezno. En su discurso les hablo del canto Bogurodzica y el lugar que ocupa en la literatura polaca y en la cultura polaca como “ armazón fundamental y primitivo”
“Bogurodzica" ("Madre de Dios") es el monumento más antiguo de la literatura polaca – decía Juan Pablo II - " La tradición hace remontar su origen a San Wojciech (San Adalberto). La historia de la literatura nos permite situar en el siglo XV la fecha de los textos más antiguos de ese canto-mensaje. Digo: canto-mensaje, porque la "Bogurodzica" no es sólo un canto, sino también una profesión de fe, un símbolo del Credo polaco, es una catequesis, e incluso un documento de educación cristiana. Las principales verdades de fe y los principios de la moral están encerrados en ella. No es sólo un argumento histórico. Es el documento de la vida Jacub-Wujek lo llamó el "catecismo polaco". Lo cantamos siempre con profunda emoción, transportados, recordando que era cantado en los momentos solemnes y decisivos. Y lo leemos con profunda emoción. Es difícil leer de otro modo estos antiquísimos versos, si se piensa que en ellos se han educado las generaciones de nuestros antepasados. El canto "Bogurodzica" no es sólo un documento antiguo de cultura. Ha dado a la cultura polaca el armazón fundamental y primitivo.”
(Invito además leer el resto del precioso y sentido discurso, que es breve, sobre el significado y el valor de la cultura polaca.)
Y al dia siguiente en Jasna Gora relacionaba el canto con la imagen
diciendo “La que una vez había hablado con el canto, ha hablado después con esta imagen suya, manifestando a través de ella su presencia materna en la vida de la Iglesia y de la patria, imagen de Jasna Góra que expresa una tradición, un lenguaje de fe, todavía más antiguo que nuestra historia, y refleja, al mismo tiempo, todo el contenido de la "Bogurodzica".
En su libro Memoria e Identidad el Beato Juan Pablo II reflexiona y recuerda:
“Cada nación vive de las obras de su propia cultura. Nosotros, los polacos, por ejemplo, vivimos de todo aquello cuyo origen conocemos, tanto en el canto Bogurodzica (Madre de Dios), la más antigua poesía polaca escrita, como también en la melodía multisecular que la acompaña. Cuando estuve en Gniezno en 1979, durante mi primera peregrinación a Polonia, hablé de esto a la juventud reunida en la colina de Letch. Precisamente, el canto Bogurodzica forma parte de la tradición de Gniezno en la cultura polaca. Es la tradición de su santo patrón Adalberto, al que se atribuye efectivamente la composición del canto. Es una tradición con muchos siglos de historia. El canto Bogurodzica se convirtió en el himno nacional, que todavía en Grunwald acompañó las huestes polacas y lituanas en la batalla contra la Orden Teutónica. Pero ya existía entonces otra tradición relacionada con el culto de san Estanislao, proveniente de Cracovia. Se expresaba en el himno latino Gaude, Mater Polonia, cantado aún hoy en latín, así como Bogurodzica se sigue cantando en polaco antiguo. Ambas tradiciones se compenetran. Es bien sabido que, durante mucho tiempo, el latín fue, junto al polaco, la lengua de la cultura polaca.”
“Cada nación vive de las obras de su propia cultura. Nosotros, los polacos, por ejemplo, vivimos de todo aquello cuyo origen conocemos, tanto en el canto Bogurodzica (Madre de Dios), la más antigua poesía polaca escrita, como también en la melodía multisecular que la acompaña. Cuando estuve en Gniezno en 1979, durante mi primera peregrinación a Polonia, hablé de esto a la juventud reunida en la colina de Letch. Precisamente, el canto Bogurodzica forma parte de la tradición de Gniezno en la cultura polaca. Es la tradición de su santo patrón Adalberto, al que se atribuye efectivamente la composición del canto. Es una tradición con muchos siglos de historia. El canto Bogurodzica se convirtió en el himno nacional, que todavía en Grunwald acompañó las huestes polacas y lituanas en la batalla contra la Orden Teutónica. Pero ya existía entonces otra tradición relacionada con el culto de san Estanislao, proveniente de Cracovia. Se expresaba en el himno latino Gaude, Mater Polonia, cantado aún hoy en latín, así como Bogurodzica se sigue cantando en polaco antiguo. Ambas tradiciones se compenetran. Es bien sabido que, durante mucho tiempo, el latín fue, junto al polaco, la lengua de la cultura polaca.”
Invito visitar: Himnos nacionales de Polonia (en ingles, pero con enlaces a música y coros)
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