La despedida –
14 de agosto 2004
Aquí la Virgen invitó a Bernardita a rezar el rosario,
desgranando ella misma las cuentas. Así, esta gruta se ha convertido en la cátedra de una sorprendente escuela de
oración, en la que Maria enseña
a todos a contemplar con ardiente amor el rostro de Cristo.
Por eso, Lourdes es el lugar donde oran de rodillas los creyentes de Francia y de muchas otras naciones de Europa y del mundo entero.
Esta tarde, también nosotros, peregrinos en Lourdes, queremos
recorrer de nuevo, orando juntamente con la Virgen, los "misterios"
en los que Jesús se manifiesta "como luz del mundo". Recordemos su
promesa: "El que me siga no caminará en la oscuridad, sino que
tendrá la luz de la vida" (Jn 8,
12
Queremos aprender de la humilde esclava del Señor la disponibilidad dócil a la escucha y el esfuerzo generoso por acoger en nuestra vida la enseñanza de Cristo.
En particular, meditando en la participación de la Madre del
Señor en la misión redentora de su Hijo, os invito a orar por las vocaciones al sacerdocio y a la virginidad por el
reino de Dios, a fin de que los que
han sido llamados respondan con disponibilidad y perseverancia.
Contemplando a la santísima Virgen María, digamos con Bernardita: "Mi buena Madre, ten misericordia de mí; me entrego totalmente a ti, para que me des a tu Hijo querido, al que quiero amar con todo mi corazón. Mi buena Madre, dame un corazón que arda completamente por Jesús”.
(Juan Pablo II peregrinación al Santuario de Lourdes
(Francia) 14-15 de agosto de 2004)
Invito visitar posts
Juan Pablo II y Lourdes (3)
Oración de Juan Pablo II a Nuestra Señora de Lourdes
El Santo Padre Benedicto XVI peregrina a Lourdes
Viaje apostólico
de Benedicto XVI al Santuario de Lourdes
No hay comentarios:
Publicar un comentario