El 11 de febrero de 1858, en la Gruta de Massabielle de Lourdes, a orilla del río Gave en Francia, Nuestra Señora se apareció ante una niña de 14 años, llamada Bernadette Soubirous. La visita se repetiría 18 veces
Al arrodillarse en la gruta de Massabielle, en el corazón de Lourdes, en la cátedra de una sorprendente escuela de oración, donde la Virgen invitó a Bernardita a rezar el rosario, Juan Pablo II en su alocución al inicio del Rosario en la Gruta de Lourdes el 14 de agosto de 2004 expresó palabras proféticas “ siento con emoción que he llegado a la meta de mi peregrinación” dijo
Al recorrer los “misterios” en los que Jesus se manifiesta "como luz del mundo" nos recordaba su promesa: "El que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida" (Jn 8, 12) y nos invitaba a la disponibilidad dócil a la escucha y el esfuerzo generoso por acoger en nuestra vida la enseñanza de Cristo, a orar por las vocaciones al sacerdocio y a la virginidad por el reino de Dios, a fin de que los que han sido llamados respondan con disponibilidad y perseverancia y contemplando a la santísima Virgen María, decir con Bernardita:
"Mi buena Madre, ten misericordia de mí; me entrego totalmente a ti, para que me des a tu Hijo querido, al que quiero amar con todo mi corazón. Mi buena Madre, dame un corazón que arda completamente por Jesús".
Al arrodillarse en la gruta de Massabielle, en el corazón de Lourdes, en la cátedra de una sorprendente escuela de oración, donde la Virgen invitó a Bernardita a rezar el rosario, Juan Pablo II en su alocución al inicio del Rosario en la Gruta de Lourdes el 14 de agosto de 2004 expresó palabras proféticas “ siento con emoción que he llegado a la meta de mi peregrinación” dijo
Al recorrer los “misterios” en los que Jesus se manifiesta "como luz del mundo" nos recordaba su promesa: "El que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida" (Jn 8, 12) y nos invitaba a la disponibilidad dócil a la escucha y el esfuerzo generoso por acoger en nuestra vida la enseñanza de Cristo, a orar por las vocaciones al sacerdocio y a la virginidad por el reino de Dios, a fin de que los que han sido llamados respondan con disponibilidad y perseverancia y contemplando a la santísima Virgen María, decir con Bernardita:
"Mi buena Madre, ten misericordia de mí; me entrego totalmente a ti, para que me des a tu Hijo querido, al que quiero amar con todo mi corazón. Mi buena Madre, dame un corazón que arda completamente por Jesús".
Invito visitar:
No hay comentarios:
Publicar un comentario