Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

domingo, 11 de julio de 2010

Mis primeros pasos por la amada Cracovia en el 2005 (4 de 6)


Volví, cruzando el Wisła (Vistula) inspirador de las poesías de Karol Wojtyla, hacia la majestuosa colina de Wawel (castillo y Catedral de los Santos Estanislao y Wenceslao)

La catedral gótica de Wawel, de 1000 años de antigüedad es el santuario nacional polaco, y alberga toda la historia de Polonia. Templo de coronaciones, allí descansan los polacos mas famosos, poderosos y venerados. Tenía allí algunos destinos preferenciales: uno (para mi casi el mas importante) la cripta de San Leonardo, (la cual junto a una parte de la torre de las Campanas de plata, es de construcción románica - s XI-XII- , previa al diseño gótico actual - s. XIV). Allí en la cripta debajo de la catedral, JP II oficio su primera misa el 2 de noviembre de 1946 en tiempos muy inciertos. Se siente algo muy especial pensando que Juan Pablo II ofició allí sus primeras 3 misas, en tiempos tan difíciles para Polonia y que había elegido ese lugar precisamente porque se sentía profundamente unido a la historia espiritual de Polonia, historia en la cual el mismo influyó decididamente y siguió muy de cerca aún durante su pontificado.
Esa hermosa catedral, que atesora la rica historia de Polonia, y para quien según palabras de JP II "desde niño, ha sido un lugar especial para mi", también fue testigo el 28 de septiembre de 1958 de su consagración episcopal, de manos del arzobispo Eugeniusz Baziak. Juan Pablo II recuerda en "Levantaos, Vamos!" que "tiene siempre presente aquella gran ceremonia, como si la estuviera viviendo". Como no tratar de compartir y adentrarse en estas vivencias?

Allí, también se encuentra la tumba de la santa reina Jadwiga, cuyas reliquias fueron puestas bajo su Cristo Crucificado (traído de Hungria por la que entonces fuera la hija del monarca húngaro, a la nueva capital de su imperio) por el papa JP II en el año 1987, en ocasión de la tercera peregrinación que hizo a su patria. El mismo recuerda en "Levantaos, Vamos!" la emoción sentida al canonizarla el 8 de junio de 1997 al expresar "Edvige, has esperado mucho este día solemne.."
No podía dejar de visitar la cripta donde están las tumbas de sus queridos Mickiewicz, Slowacki y Norwid, aunque sé poco de ellos. Motivo para investigar.

Otro punto de meditación fue el altar de San Estanislao, lugar donde descansan sus restos, y delante del altar, bajo el piso, casi desapercibida, una placa sobre la tumba donde descansan los restos del Cardenal Sapieha, quien “descubriera” a JP II mucho antes que él -aparentemente- siquiera pensase ingresar en el seminario. El Cardenal Sapieha - muy sabiamente, siguió - si bien a cierta distancia - su trayectoria de estudiante y su vida en Krakow, hasta que finalmente fue él mismo quien - imagino con cuanto orgullo - pudo ordenarlo sacerdote. Presentiría, soñaría, planearía también los pasos de su divina misión?
En un espíritu un poco mas aventurero me trepé (junto con un montón de escolares polacos!) por las escalinatas hasta la torre para admirar la gran campana (de 1520). No me la podía perder! Otro tipo de emoción, volviendo un poco a la niñez.
Me mortifica no haber ido hasta Skalka, - el santuario mas venerado después de Jasna Gora -Czestochowa- y donde en 1079 fue asesinado el obispo Estanislao, patrono de Polonia. Pensar que estaba tan cerca! Al menos saqué una foto de lejos!

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