Texto completo del sentido discurso dedespedida del Papa Leon XIV del amado Libano:
“Partir es
más difícil que llegar. Hemos estado juntos, y en Líbano estar juntos es
contagioso; encontré aquí a un pueblo al que no le gusta el aislamiento, sino
el encuentro. Por eso, si llegar significaba involucrarse con delicadeza en su
cultura, dejar esta tierra implica llevarlos en el corazón. Por lo tanto, no
nos separamos, sino que, habiéndonos encontrado, seguiremos adelante juntos. Y
esperamos que todo Medio Oriente se comprometa con este espíritu de fraternidad
y de esfuerzo por la paz, incluso quien hoy se considera enemigo.
Agradezco,
pues, los días transcurridos con ustedes y me alegro de haber podido realizar el
deseo de mi amado predecesor, el Papa
Francisco, que tanto hubiera querido estar aquí. Él, en realidad, está con
nosotros, camina con nosotros junto a otros testigos del Evangelio que nos
esperan en el abrazo eterno de Dios; somos herederos de aquello que han creído;
de la fe, la esperanza y el amor que los han animado.
He visto
con cuánta veneración su pueblo honra a la Bienaventurada Virgen María, tan
querida tanto para los cristianos como para los musulmanes. He
rezado ante la tumba de san Chárbel, percibiendo las profundas raíces espirituales
de este país. ¡Cuánta savia de su historia puede sostener el difícil camino
hacia el futuro! Me ha conmovido la breve visita al puerto de Beirut, donde la
explosión ha devastado no sólo un lugar, sino tantas vidas. He rezado por todas
las víctimas y llevo conmigo el dolor y la sed de verdad y de justicia de
tantas familias, de todo un país.
Durante
estos pocos días, he visto muchos rostros y he estrechado muchas manos,
recibiendo de este contacto físico e interior una fuerza de esperanza. Ustedes
son fuertes como los cedros, los árboles de sus hermosas montañas, y están
llenos de frutos, como los olivos que crecen en la llanura, en el sur y cerca
del mar. A propósito, saludo a todas las regiones del Líbano que no he podido
visitar: Trípoli y el norte, la Becá y el sur del país, Tiro, Sidón ―lugares
bíblicos― todas esas zonas, especialmente en el sur,que viven de modo
particular una situación de conflicto y de incertidumbre. A todos extiendo mi
abrazo y mi deseo de paz. Y también reitero un llamamiento urgente: que cesen
los ataques y las hostilidades. Que ya nadie crea que la lucha armada conlleva
algún beneficio. Las armas matan; la negociación, la mediación y el diálogo
edifican. ¡Elijamos todos la paz como camino, y no sólo como meta!
Recordemos
lo que les dijo san Juan Pablo II:
el Líbano, más que un país, es un mensaje. Aprendamos a trabajar juntos y a
esperar juntos, para que de verdad esto se haga realidad.
Que Dios
bendiga a los libaneses, a todos ustedes, al Medio Oriente y a toda la
humanidad. ¡Gracias y hasta pronto! [en árabe].”
(Discurso
del Santo Padare – despedida de Libano) https://www.vatican.va/content/leo-xiv/es/speeches/2025/december/documents/20251202-libano-congedo.html


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