
En el espíritu del Año Mariano el 12 de julio de 1987 el rezo meridiano del "Ángelus" se situaba “en el panorama encantador de estas montañas "cadorine", entre las cimas y los bosques del "verde Comélico", desde donde en cada estación se eleva, con silenciosa fuerza, un coro de gloria al Creador” . Con estas palabras comenzaba su rezo el Siervo de Dios Juan Pablo II ante una sencilla ermita de la Virgen de las Nieves, acompañado por el repique de las campanas de la parroquia de Lorenzago y de otras iglesias de los alrededores. “Casi un concierto” diría Juan Pablo II en su saludo mas tarde a la población de Lorenzago, donde hacia días atrás había comenzado sus vacaciones de verano.

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