«Dios creo al hombre a su imagen, según su semejanza
Los creó varón y mujer -
Y vio Dios que era muy bueno,
Ambos estaban desnudos y no sentían vergüenza».
¿Es posible?
No lo preguntes a los contemporáneos, sino a Miguel Ángel,
(¿¡quizás también a los contemporáneos!?).
Pregunta a la Sextina.
Cuánto está dicho en esas paredes!
El principio es invisible. Aquí, todo lo indica.
Velada la exuberante visibilidad, liberada por el genio humano.
También el final es invisible,
Aunque se deposite en tu Mirada, caminante,
La visión del último Juicio.
¿Cómo lograr que sea visible, cómo traspasar los límites
Del bien y del mal?
¿El principio y el fin, invisibles, emanan hacia nosotros
Desde estas paredes!
Los creó varón y mujer -
Y vio Dios que era muy bueno,
Ambos estaban desnudos y no sentían vergüenza».
¿Es posible?
No lo preguntes a los contemporáneos, sino a Miguel Ángel,
(¿¡quizás también a los contemporáneos!?).
Pregunta a la Sextina.
Cuánto está dicho en esas paredes!
El principio es invisible. Aquí, todo lo indica.
Velada la exuberante visibilidad, liberada por el genio humano.
También el final es invisible,
Aunque se deposite en tu Mirada, caminante,
La visión del último Juicio.
¿Cómo lograr que sea visible, cómo traspasar los límites
Del bien y del mal?
¿El principio y el fin, invisibles, emanan hacia nosotros
Desde estas paredes!
Juan Pablo II Tríptico Romano 2. “Imagen y semejanza” Meditaciones sobre el Génesis
Invito visitar Mi vivencia del Tríptico Romano
2 comentarios:
ES que por donde uno quiera verle, no hay más que dos sexos, hombre y mujer. Nada más. Me pregunto porque el ser humano es tan ciego que no quiere verlo.
Saluditos. Hilda
Claro como el agua cristalina pero hay quienes buscan enturbiarla. Debemos rezar mucho y ser valientes y fuertes.
Publicar un comentario