(ver introducción)
SEXTO DÍA MIERCOLES
Hoy tráeme las almas
mansas y humildes y las almas de los niños pequeños y sumérgelas en Mi
misericordia. Son éstas las más parecidas a Mi corazón. Me proporcionaron
fortaleza durante Mi amarga agonía, puesto que las veía como Angeles
terrestres, velando junto a Mis altares. Derramo sobre ellas gracias
torrenciales, porque sólo el alma humilde es capaz de recibir Mi gracia.
Distingo a las almas humildes con Mi confianza.
Oracion
Misericordiosísimo Jesús,
que dijiste: Aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón. Acoge en el
seno de Tu corazón desbordante de piedad a todas las almas mansas y humildes y
las de los niños pequeños. Estas almas son la delicia de las regiones
celestiales y las preferidas del Padre Eterno, pues se recrea en ellas muy
particularmente. Son como un ramillete de florecillas que despidieran su
perfume ante el trono de Dios. El mismo Dios se embriaga con su fragancia.
Ellas encuentran abrigo perenne en Tu Piadosísimo Corazón, Oh Jesús, y entonan,
incesantemente himnos de amor y gloria.
Padre Eterno, vuelve Tu
mirada llena de misericordia hacia estas almas mansas, hacia estas almas
humildes y hacia los niños pequeños acurrucados en el seno del corazón
desbordante de piedad de Jesús. Estas almas se asemejan más a Tu Hijo. Su
fragancia asciende desde la tierra hasta alcanzar Tu Trono, Señor. Padre de
misericordia y bondad suma, Te suplico, por el amor que Te inspiran estas almas
y el gozo que Te proporcionan: Bendice a todo el género humano, para que todas
las almas a la par entonen las alabanzas que a Tu misericordia se deben por los
siglos de los siglos. Amén.
(Novena completa
Corazones.org.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario