Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

jueves, 26 de agosto de 2010

Madre Teresa – una santa mujer que hoy cumpliría 100 años


La Madre Teresa, un ejemplo de vida, toda entregada a los más pobres de los pobres, una mujer tan admirada y apreciada por Juan Pablo II cumpliría hoy cien años. Una mujer cuya “vida y su trabajo continúan inspirando a jóvenes y viejos, ricos y pobres de todos los caminos de la vida, de todas las religiones y de todas las naciones. Su mensaje “Dios nos ha creado para hacer grandes cosas, para amar y ser amados” nos hace mirar más allá de las dificultades, la soledad y las pesadumbres de nuestra vida diaria.”

Decía de ella el Papa Juan Pablo II en la ceremonia de beatificación:
"El que quiera ser el primero, sea esclavo de todos" (Mc 10, 44). Estas palabras de Jesús a sus discípulos, que acaban de resonar en esta plaza, indican cuál es el camino que conduce a la "grandeza" evangélica. Es el camino que Cristo mismo recorrió hasta la cruz; un itinerario de amor y de servicio, que invierte toda lógica humana. ¡Ser siervo de todos! Por esta lógica se dejó guiar la madre Teresa de Calcuta, fundadora de los Misioneros y de las Misioneras de la Caridad, a quien hoy tengo la alegría de inscribir en el catálogo de los beatos. Estoy personalmente agradecido a esta valiente mujer, que siempre he sentido junto a mí. Icono del buen samaritano, iba por doquier para servir a Cristo en los más pobres de entre los pobres. Ni siquiera los conflictos y las guerras lograban detenerla. De vez en cuando, venía a hablarme de sus experiencias al servicio de los valores evangélicos. Recuerdo, por ejemplo, sus intervenciones en favor de la vida y en contra del aborto, también cuando le fue conferido el premio Nobel de la paz (Oslo, 10 de diciembre de 1979). Solía decir: "Si oís que una mujer no quiere tener a su hijo y desea abortar, tratad de convencerla de que me traiga a ese niño. Yo lo amaré, viendo en él el signo del amor de Dios".

1 comentario:

Marta Salazar dijo...

mil gracias por tu post!