El pasado viernes 23 de octubre 2010 el Santo Padre Benedicto XVI recibió al nuevo embajador extraordinario y plenipotenciario de la Republica de Eslovenia, Señora Maja Maria Lovrenčič Svetek.
En su discurso el Santo Padre se refirió a la integración de la nación eslovena en la Unión Europea y a las raíces cristianas comunes del “viejo continente”. Resalto en particular a los santos Cirilo y Metodio, “incansables misioneros en las regiones centrales de Europa, a los que se debe el anuncio del Evangelio y el enraizamiento del cristianismo en el ánimo de los pueblos eslavos.” Recordó también los momentos de Eslovenia hacia la independencia, “tras la caída del régimen comunista” y subrayó que “en aquel momento la Santa Sede quiso estar particularmente cerca de la nación eslovena. (Invito visitar posts etiquetados Peterle entrevista)
”La misión especifica de la Iglesia Católica que camina en tierra eslovena como en cualquier parte del mundo” dijo el santo Padre, es la de anunciar el Evangelio y de invitar a los hombres a la salvación que viene del Señor Jesús. Un signo de esta vida de la Iglesia en Eslovenia – subrayó el Santo Padre - ha sido el reciente Congreso Eucarístico Nacional celebrado en Celje y presidido por el Secretrio de Estado el cardenal Tarcisio Bertone, cuyo momento culminante fue la beatificación del joven Lojze Grozde “martirizado por odio a la fe en un periodo muy difícil de la historia del país”.
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