Fundado el 22 de noviembre de 1960, hoy el Pontificio Colegio Esloveno de Roma (Slovenski papeški zavod v Rimu), cuyo rector actual es Mons. Dr. Jožko P i r c, cumple 50 años, aunque la celebración principal tendrá lugar mañana con una Misa solemne a las 10.00 celebrada por el Cardenal Franc Rode, Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Por la tarde habrá un Acto solemne y a las 20.30 un concierto de órgano en la Capilla. El miércoles los visitantes y los “slovenikarji” (quienes se hospedan en el Colegio por estar siguiendo estudios en Roma) participarán de la Audiencia General con el Santo Padre Benedicto XVI.
En este aniversario se recordara especialmente a sus fundadores, colaboradores, bienhechores y todos aquellos que pusieron el hombro para que el Slovenik, tal como se conoce entre eslovenos y amigos, tomara forma y vida. Un aniversario que en años cumplidos quizás ni siquiera es tan importante - son pocos comparando con la larga vida de otros Colegios Pontificios en Roma que ya cuentan con varios siglos. Sin embargo, para los eslovenos este es un acontecimiento significativo si consideramos que su existencia comenzó en épocas nada fáciles, con enemigos al acecho por todos lados, y mentes cerradas hasta allí donde era menos de esperar. Y sin embargo el Colegio siguió su rumbo y cumplió y sigue cumpliendo un rol importantísimo al servicio de la Iglesia eslovena y también de otras Iglesias pues - a pedido - recibe sacerdotes visitantes no eslovenos. Muchos de los actuales profesores de teología y también obispos eslovenos encontraron en el Slovenik un verdadero hogar durante sus estudios en Roma. Y no solo quienes estudiaban en Roma, también los eslovenos que nos alojamos allí estando de visita pudimos gozar de la generosa hospitalidad de toda su gente y de la buena cocina de las hermanas ;) con el valiosísimo agregado de un sinfín de amenas charlas y debates.
Los Pontificios Colegios en Roma están mayormente dedicados a facilitar la profundización del conocimiento teológico. Algunos reciben seminaristas que se preparan en Roma para la ordenación sacerdotal, muchos otros – tal es el caso del esloveno – están primordialmente dedicados a sacerdotes que, enviados por sus obispos, llegan a Roma a proseguir sus estudios, a especializarse en alguna disciplina teológica en las universidades pontificas, pero sus puertas también estàn abiertas a aquellos que visitan la ciudad eterna. Fue en noviembre de 1960 que maduro la idea y el deseo que los eslovenos tuviesen su propio Colegio en Roma, proyecto que se materializo merced a un esfuerzo mancomunado del obispo de Ljubljana Antón Vovk (1900-1963), el asistente jesuita para los países eslavos Rev. Antón Preseren (1883-1965) y algunos sacerdotes eslovenos que se encontraban en Roma. Mons. Dr. Maksimilijan Jezernik fue uno de sus pilares y a el se lo identifica como parte y vida del Colegio. El fue quien se encargó de centralizar y supervisar planes y planos con el apoyo de innumerables bienhechores fuera de las fronteras de la patria. Y el 9 de mayo de 1969 el Papa Pablo VI (1963-1978) bendijo la piedra angular, aunque los primeros 10 años el Colegio aun no contaba con instalaciones propias y los estudiantes debían alojarse en otras instituciones. Finalmente hubo un total cambio de planes pues al presentarse la opción de compra de una casa sobre la via Appia Nuova que cumplía los requisitos indispensables se opto por esta alternativa. Se refaccionaron las instalaciones, con la colaboración de artistas eslovenos, y fueron bendecidas el 20 de junio de 1973. En esa misma fecha el Papa Pablo VI incluyo el Colegio esloveno entre las instituciones pontificias.
El 22 de noviembre de 1990 al cumplir 30 años de existencia visitó el Colegio el Papa Juan Pablo II, sin dudas una fecha memorable para el Slovenik. Lo recibieron el Arzobispo metropolitano de Ljubljana el Dr. Alojzij Šuštar junto a otros obispos eslovenos, sacerdotes y estudiantes.
El Santo Padre expreso entonces su alegría en poder visitar al menos “un pedacito de tierra eslovena”, pues no estaban aun dadas las condiciones para su visita a Eslovenia. (Recién lo haría en 1996 y nuevamente en 1999)
En este aniversario se recordara especialmente a sus fundadores, colaboradores, bienhechores y todos aquellos que pusieron el hombro para que el Slovenik, tal como se conoce entre eslovenos y amigos, tomara forma y vida. Un aniversario que en años cumplidos quizás ni siquiera es tan importante - son pocos comparando con la larga vida de otros Colegios Pontificios en Roma que ya cuentan con varios siglos. Sin embargo, para los eslovenos este es un acontecimiento significativo si consideramos que su existencia comenzó en épocas nada fáciles, con enemigos al acecho por todos lados, y mentes cerradas hasta allí donde era menos de esperar. Y sin embargo el Colegio siguió su rumbo y cumplió y sigue cumpliendo un rol importantísimo al servicio de la Iglesia eslovena y también de otras Iglesias pues - a pedido - recibe sacerdotes visitantes no eslovenos. Muchos de los actuales profesores de teología y también obispos eslovenos encontraron en el Slovenik un verdadero hogar durante sus estudios en Roma. Y no solo quienes estudiaban en Roma, también los eslovenos que nos alojamos allí estando de visita pudimos gozar de la generosa hospitalidad de toda su gente y de la buena cocina de las hermanas ;) con el valiosísimo agregado de un sinfín de amenas charlas y debates.
Los Pontificios Colegios en Roma están mayormente dedicados a facilitar la profundización del conocimiento teológico. Algunos reciben seminaristas que se preparan en Roma para la ordenación sacerdotal, muchos otros – tal es el caso del esloveno – están primordialmente dedicados a sacerdotes que, enviados por sus obispos, llegan a Roma a proseguir sus estudios, a especializarse en alguna disciplina teológica en las universidades pontificas, pero sus puertas también estàn abiertas a aquellos que visitan la ciudad eterna. Fue en noviembre de 1960 que maduro la idea y el deseo que los eslovenos tuviesen su propio Colegio en Roma, proyecto que se materializo merced a un esfuerzo mancomunado del obispo de Ljubljana Antón Vovk (1900-1963), el asistente jesuita para los países eslavos Rev. Antón Preseren (1883-1965) y algunos sacerdotes eslovenos que se encontraban en Roma. Mons. Dr. Maksimilijan Jezernik fue uno de sus pilares y a el se lo identifica como parte y vida del Colegio. El fue quien se encargó de centralizar y supervisar planes y planos con el apoyo de innumerables bienhechores fuera de las fronteras de la patria. Y el 9 de mayo de 1969 el Papa Pablo VI (1963-1978) bendijo la piedra angular, aunque los primeros 10 años el Colegio aun no contaba con instalaciones propias y los estudiantes debían alojarse en otras instituciones. Finalmente hubo un total cambio de planes pues al presentarse la opción de compra de una casa sobre la via Appia Nuova que cumplía los requisitos indispensables se opto por esta alternativa. Se refaccionaron las instalaciones, con la colaboración de artistas eslovenos, y fueron bendecidas el 20 de junio de 1973. En esa misma fecha el Papa Pablo VI incluyo el Colegio esloveno entre las instituciones pontificias.
El 22 de noviembre de 1990 al cumplir 30 años de existencia visitó el Colegio el Papa Juan Pablo II, sin dudas una fecha memorable para el Slovenik. Lo recibieron el Arzobispo metropolitano de Ljubljana el Dr. Alojzij Šuštar junto a otros obispos eslovenos, sacerdotes y estudiantes.
El Santo Padre expreso entonces su alegría en poder visitar al menos “un pedacito de tierra eslovena”, pues no estaban aun dadas las condiciones para su visita a Eslovenia. (Recién lo haría en 1996 y nuevamente en 1999)
En su homilía el Papa dijo, “vuestro Colegio se halla vecino a las catacumbas, podría decirse que vuestras instalaciones se encuentran en un terreno impregnado de sangre del glorioso sacrifico de los mártires, fieles testimonios de Cristo, pilares de nuestra fe a la Iglesia. Aun hoy siguen teniendo vigencia las palabras de Tertuliano: “Sanguis martyrum-semen christianorum” de la sangre de los mártires de la fe brotan, tal como de la semilla, los nuevos cristianos.”
Leyendo entre líneas me atrevo a decir que el Papa también pensaba en la sangre de los mártires que había sido derramada en la patria de Eslovenia misma siglos mas tarde, y no solo allí en las inmediaciones de esa pequeña porción de terruño esloveno en la ciudad eterna mucho antes.
Leyendo entre líneas me atrevo a decir que el Papa también pensaba en la sangre de los mártires que había sido derramada en la patria de Eslovenia misma siglos mas tarde, y no solo allí en las inmediaciones de esa pequeña porción de terruño esloveno en la ciudad eterna mucho antes.
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