Hoy 14 de diciembre recordamos al santo de Fontiveros (su pueblo natal), escritor y poeta místico, doctor de la Iglesia San Juan de la Cruz, inspirador místico de Karol Wojtyla.
“Eran días de redadas. También habían arrestado y llevado a un campo de concentración Juliusz Kydrynski
Jan le recomendó a Karol que no se dejara ver con los jóvenes durante una temporada, o al menos, que no se les viera todos juntos. Aunque era mejor ser prudentes, él no lo aceptó de buena gana. Necesitaba aquellas largas conversaciones, aquella naturalidad y espontaneidad con la que su amigo había sabido acercarlo de un modo nuevo a la fe, y en consecuencia, a una manera nueva de entender y de afrontar la vida.
Para compensarlo, Karol empezó a devorar aquellos libros que Jan le habia dejado. Aprovechaba sobre todo las pausas en el trabajo, junto a la caldera de la fabrica. No se cansaba nunca de leer La noche oscura de san Juan de la Cruz, en especial aquellas estrofas que dicen:
Jan le recomendó a Karol que no se dejara ver con los jóvenes durante una temporada, o al menos, que no se les viera todos juntos. Aunque era mejor ser prudentes, él no lo aceptó de buena gana. Necesitaba aquellas largas conversaciones, aquella naturalidad y espontaneidad con la que su amigo había sabido acercarlo de un modo nuevo a la fe, y en consecuencia, a una manera nueva de entender y de afrontar la vida.
Para compensarlo, Karol empezó a devorar aquellos libros que Jan le habia dejado. Aprovechaba sobre todo las pausas en el trabajo, junto a la caldera de la fabrica. No se cansaba nunca de leer La noche oscura de san Juan de la Cruz, en especial aquellas estrofas que dicen:
Sin otra luz ni guía
Sino la que en el corazón ardía.
Aquesta me guiaba
Mas cierto que la luz de mediodía…
Sino la que en el corazón ardía.
Aquesta me guiaba
Mas cierto que la luz de mediodía…
Les daba su propia interpretación. La «noche oscura» es cuando el alma sufre, cuando la cubre la oscuridad luminosa y purificadora de la fe, lo que paradójicamente le permite finalmente al hombre comprender su auténtica dignidad, el sentido genuino de la propia libertad.
Cuando Karol descubrió inicialmente la vida interior, la oración contemplativa, tuvo como una iluminación. Pensó hacerse monje carmelita, aunque luego se le pasó la idea, o hicieron que se le pasara. Con todo su futura vocación pondría de relieve la influencia determinante de aquellas lecturas, de aquella experiencia mística. En aquel momento se plasmó la síntesis entre vida activa y contemplación que marcaría su aventura humana y espiritual.
(Historia de Karol de Gian Franco Svidercoschi,Ediciones Internacionales Universitarias, Madrid, 3004)
Invito visitar mis posts “Maestro en el camino de la fe” y
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