Hoy, Domingo de Pentecostés día que celebramos la Fiesta
del Espíritu Santo, Señor y dador de vida,
concluye el III Congreso Catequístico Nacional que se llevó a cabo en la
ciudad de Moron, Buenos Aires, Argentina, un evento de vital importancia en la
Argentina de hoy, que - tal como ocurre en otras partes del mundo - en muchos aspectos ha perdido el rumbo y
necesita recuperar y fortalecer sus vínculos con el Creador.
El primer Congreso
fue celebrado en 1962, en los comienzos
del Concilio Vaticano II. Se reunieron entonces en Buenos Aires unos 7.000
catequistas. Al año siguiente por
iniciativa de la Junta Catequística Nacional presidida por Mons. Miguel
Raspanti, Obispo de Morón, nacía el
Movimiento Nacional de Apostolado catequístico. Es en memoria de Mons. Raspanti que este
III Congreso se realiza en la ciudad de Moron.
El segundo congreso tuvo lugar en la ciudad de
Rosario en 1987 ya en el espíritu de la nueva evangelización convocada por el
Papa Juan Pablo II. “La evangelización
no es solamente la enseñanza viva de la Iglesia, el primer anuncio de la fe
(kérygma) y la instrucción, la formación en la fe (la catequesis), sino que es
también todo el vasto esfuerzo de reflexión sobre la verdad revelada, que se ha
expresado desde el comienzo en la obra de los Padres de Oriente y de Occidente ….”
(Juan Pablo II Cruzando el Umbral de la Esperanza)
En su primera Exhortación ApostólicaCathechesi Tradendae el Beato Juan Pablo II
resaltaba la importancia de la catequesis y subrayaba las grandes posibilidades
que hoy nos ofrecen los medios y los “múltiples lugares, momentos o reuniones
por valorizar …. las peregrinaciones diocesanas, regionales o nacionales, que
son más provechosas si están centradas en un tema escogido con acierto a partir
de la vida de Cristo, de la Virgen y de los Santos; las misiones tradicionales,
tantas veces abandonadas con excesiva prisa, y que son insustituibles para una
renovación periódica y vigorosa de la vida cristiana…. los círculos bíblicos,
que deben ir más allá de la exégesis para hacer vivir la Palabra de Dios; las
reuniones de las comunidades eclesiales de base, en la medida en que se atengan
a los criterios expuestos en la Exhortación Apostólica «Evangelii
nuntiandi».(91) los grupos de
jóvenes….que se multiplican y florecen como en una primavera muy reconfortante
para la Iglesia: grupos de acción católica, grupos caritativos, grupos de
oración, grupos de reflexión cristiana, etc. Estos grupos suscitan grandes
esperanzas para la Iglesia del mañana.”
“La catequesis – decía en la
misma Exhortación - está íntimamente unida a toda la vida de la Iglesia. No
sólo la extensión geográfica y el incremento numérico sino también, y más
todavía, el crecimiento interior de la Iglesia, su correspondencia con el
designio de Dios, dependen esencialmente de ella.” Y agregaba más adelante “en la Iglesia de
Jesucristo nadie debería sentirse
dispensado de recibir la catequesis; pensamos incluso en los jóvenes
seminaristas y religiosos, y en todos los que están destinados a la tarea de
pastores y catequistas, los cuales desempeñarán mucho mejor ese ministerio si
saben formarse humildemente en la escuela de la Iglesia, la gran catequista y a
la vez la gran catequizada”
En su homilía del Domingo de Pentecostés 1998 el papa Juan Pablo II citaba a san Pablo en el pasaje de la carta a los romanos
«Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios» (Rm
8, 14) y nos invitaba a “comprender la acción admirable del Espíritu en
nuestra vida de creyentes.”
Veni, Sancte Spiritus! Para que el resultado y el espíritu de este
Congreso vivifique y fructifique la obra de
la Iglesia argentina y sus comunidades eclesiales, y todos aspiremos a una verdadera transformación interior.
Invito visitar CongresoCatequístico Nacional en Facebook
En el blog de regreso se
pueden escuchar algunos audios
1 comentario:
Feliz Pentecostés.
Un abrazo.
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