Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

domingo, 27 de mayo de 2012

III Congreso Catequístico Nacional, Argentina



Hoy, Domingo de Pentecostés día que celebramos la Fiesta del Espíritu Santo, Señor y dador de vida,  concluye el III Congreso Catequístico Nacional que se llevó a cabo en la ciudad de Moron, Buenos Aires, Argentina, un evento de vital importancia en la Argentina de hoy, que - tal como ocurre en otras partes del mundo -  en muchos aspectos ha perdido el rumbo y necesita recuperar y fortalecer sus vínculos con el Creador. 

El primer Congreso fue celebrado en 1962,  en los comienzos del Concilio Vaticano II. Se reunieron entonces en Buenos Aires unos 7.000 catequistas.  Al año siguiente por iniciativa de la Junta Catequística Nacional presidida por Mons. Miguel Raspanti,  Obispo de Morón, nacía el Movimiento Nacional de Apostolado catequístico.    Es en memoria de Mons. Raspanti que este III Congreso se realiza en la ciudad de Moron.

El segundo congreso tuvo lugar en la ciudad de Rosario en 1987 ya en el espíritu de la nueva evangelización convocada por el Papa Juan Pablo II.  “La evangelización no es solamente la enseñanza viva de la Iglesia, el primer anuncio de la fe (kérygma) y la instrucción, la formación en la fe (la catequesis), sino que es también todo el vasto esfuerzo de reflexión sobre la verdad revelada, que se ha expresado desde el comienzo en la obra de los Padres de Oriente y de Occidente ….” (Juan Pablo II Cruzando el Umbral de la Esperanza)

En su primera Exhortación ApostólicaCathechesi Tradendae el Beato Juan Pablo II resaltaba la importancia de la catequesis y subrayaba las grandes posibilidades que hoy nos ofrecen los medios y los “múltiples lugares, momentos o reuniones por valorizar …. las peregrinaciones diocesanas, regionales o nacionales, que son más provechosas si están centradas en un tema escogido con acierto a partir de la vida de Cristo, de la Virgen y de los Santos; las misiones tradicionales, tantas veces abandonadas con excesiva prisa, y que son insustituibles para una renovación periódica y vigorosa de la vida cristiana…. los círculos bíblicos, que deben ir más allá de la exégesis para hacer vivir la Palabra de Dios; las reuniones de las comunidades eclesiales de base, en la medida en que se atengan a los criterios expuestos en la Exhortación Apostólica «Evangelii nuntiandi».(91)  los grupos de jóvenes….que se multiplican y florecen como en una primavera muy reconfortante para la Iglesia: grupos de acción católica, grupos caritativos, grupos de oración, grupos de reflexión cristiana, etc. Estos grupos suscitan grandes esperanzas para la Iglesia del mañana.”

“La catequesis – decía en la misma Exhortaciónestá íntimamente unida a toda la vida de la Iglesia. No sólo la extensión geográfica y el incremento numérico sino también, y más todavía, el crecimiento interior de la Iglesia, su correspondencia con el designio de Dios, dependen esencialmente de ella.”  Y agregaba más adelante “en la Iglesia de Jesucristo  nadie debería sentirse dispensado de recibir la catequesis; pensamos incluso en los jóvenes seminaristas y religiosos, y en todos los que están destinados a la tarea de pastores y catequistas, los cuales desempeñarán mucho mejor ese ministerio si saben formarse humildemente en la escuela de la Iglesia, la gran catequista y a la vez la gran catequizada”

En su homilía del  Domingo de Pentecostés 1998 el papa Juan Pablo II citaba a san Pablo en el pasaje de la carta a los romanos «Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios» (Rm 8, 14) y nos invitaba a “comprender la acción admirable del Espíritu en nuestra vida de creyentes.”

Veni, Sancte Spiritus! Para que el resultado y el espíritu de este Congreso vivifique y fructifique la obra de  la Iglesia argentina y sus comunidades eclesiales,  y todos aspiremos a una verdadera transformación interior

En el blog de regreso se pueden escuchar algunos audios 

1 comentario:

Mento dijo...

Feliz Pentecostés.
Un abrazo.