María, «obra maestra del Altísimo, milagro de la Sabiduría eterna»
El magisterio del Papa Juan Pablo II trasluce
y contagia un profundo amor filial y devocion a Maria. Guiado por
su padre en la natal Wadowice Karol comenzó a peregrinar de
niño al cercano Santuario mariano de KalwariaZebrzydowska ;
peregrinaciones que luego continuaron con compañeros de escuela y amigos.
Con ocasion del IV centenario
del Santuario el 19 de agosto de 2002 (su
última visita a Polonia), en su homilía el Santo Padre abria su corazon dando testimonio de su intima y antigua union al Santuario: “Vengo hoy a este santuario como
peregrino, como venía cuando era niño y en edad juvenil. Me presento ante la
Virgen de Kalwaria al igual que cuando venía como obispo de Cracovia para
encomendarle los problemas de la archidiócesis y de quienes Dios había confiado
a mi cuidado pastoral. Vengo aquí y, como entonces, repito: Dios te
salve, Reina y Madre de misericordia.”
Enraizada tempranamente esta amistad mariana se
fue perfilando en la persona de Karol Wojtyla como estudiante, obrero, sacerdote
y finalmente como pastor para quedar plasmada en su escudo
episcopal Totus Tuus (*) inspirándose para ello en la doctrina de san Luis María
Grignion de Montfort” (Don y Misterio)
En
Cruzando el Umbral de la Esperanza el Papa Juan Pablo II en breves palabras nos confia esta entrega
de su persona simbolizada en su lema:
“Totus Tuus. Esta fórmula no tiene solamente un carácter
piadoso, no es una simple expresión de devoción: es algo más. La orientación
hacia una devoción tal se afirmó en mí en el período en que, durante la Segunda
Guerra Mundial, trabajaba de obrero en una fábrica. En un primer momento me
había parecido que debía alejarme un poco de la devoción mariana de la
infancia, en beneficio de un cristianismo cristocéntrico. Gracias a san Luis Grignon
de Montfort comprendí que la verdadera devoción a la Madre de Dios es, sin
embargo, cristocéntrica, más aún, que está profundamente radicada en el
Misterio trinitario de Dios, y en los misterios de la Encarnación y la
Redención. Así pues,
redescubrí con conocimiento de causa la nueva piedad mariana, y esta forma
madura de devoción a la Madre de Dios me ha seguido a través de los años: sus
frutos son la Redemptoris Mater y la Mulieris dignitatem.”
Con ocasion de la Fiesta de la Inmaculada Concepcion el 8
de diciembre de 2003, celebrándose un nuevo aniversario de la aparición del Tratado de la verdadera devoción a la
santísima Virgen de San Luis María Grignion de Montfort el
Papa Juan Pablo II le dirige una carta a la familia monfortiana confirmando su espiritu mariano anclado en
Jesucristo :
“Hace
ciento sesenta años se publicaba una obra destinada a convertirse en un clásico
de la espiritualidad mariana. San Luis María Grignion de Montfort compuso el Tratado
de la verdadera devoción a la santísima Virgen a comienzos del año 1700,
pero el manuscrito permaneció prácticamente desconocido durante más de un
siglo. Finalmente, en 1824 fue descubierto casi por casualidad, y en 1843,
cuando se publicó, tuvo un éxito inmediato, revelándose como una obra de
extraordinaria eficacia en la difusión de la "verdadera devoción" a
la Virgen santísima. A mí personalmente, en los años de mi juventud, me ayudó
mucho la lectura de este libro, en el que "encontré la respuesta a mis
dudas", debidas al temor de que el culto a María, "si se hace
excesivo, acaba por comprometer la supremacía del culto debido a Cristo" (Don
y misterio, BAC 1996, p. 43). Bajo la guía sabia de san Luis María
comprendí que, si se vive el misterio de María en Cristo, ese peligro no
existe. En efecto, el pensamiento mariológico de este santo "está
basado en el misterio trinitario y en la verdad de la encarnación del Verbo de
Dios" (ib.).
Internándonos en la trayectoria mariana del Papa Juan
Pablo II quizas deberiamos ahondar también en la vida y obra de San Luis Maria
Grignion de Monfort, inspirador definitivo y maduro de su devocion a la Madre
de Dios. Para ello invito visitar la página oficial
de "La Compañía de María (conocida también con el nombre de
"Misioneros Monfortianos"), quienes allí declaran su cristianismo
cristocéntrico a Jesús por Maria: “ El carácter mariano de la Compañía es
un valor esencial de nuestra Congregación. María no está presente de manera
accidental en la vida de los misioneros: la devoción a María es parte
integrante de su vida espiritual y de su apostolado. La «perfecta consagración»
a Jesús por María es el acto más significativo del carácter mariano de nuestra
inspiración."
Por otra parte invito leer en la páginaoficial la fascinante historia personal de este “Incomparable cantor y
discípulo de la Madre del Salvador, a quien celebra como la que guía
seguramente hacia Cristo: «Si establecemos la sólida devoción a la santísima
Virgen, es sólo para establecer más perfectamente la de Jesucristo y ofrecer un
medio fácil y seguro para encontrar al Señor»” (Juan Pablo II a la familiamonfortiana 1997, con ocasión de los 50 años de la canonización de su fundador)
Allí mismo en el sitio de losmisioneros monfortianos se ofrece generosamente las Obras Completas de San Luis
Maria Grignion de Monfort para consulta libre.
(*) abreviatura de la forma más completa de la consagración a la Madre de Dios,
que dice: Totus tuus ego sum et omnia mea Tua sunt. Accipio Te in mea omnia.
Praebe mihi cor Tuum, Maria)
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