¡Oh San Juan Pablo,
desde la ventana del Cielo dónanos tu bendición!
Bendice a
la Iglesia, que tú has amado, servido, y guiado, animándola a caminar con
coraje por los senderos del mundo para llevar a Jesús a todos y a todos a
Jesús.
Bendice a los jóvenes,
que han sido tu gran pasión. Concédeles volver a soñar, volver a mirar hacia lo
alto para encontrar la luz, que ilumina los caminos de la vida en la
tierra.
Bendice las familias,
¡bendice cada familia!
Tú advertiste el asalto
de satanás contra esta preciosa e indispensable chispita de Cielo, que Dios
encendió sobre la tierra. San Juan Pablo, con tu oración protege las familias y
cada vida que brota en la familia.
Ruega por el mundo
entero, todavía marcado por tensiones, guerras e injusticias. Tú te opusiste a
la guerra invocando el diálogo y sembrando el amor: ruega por nosotros, para
que seamos incansables sembradores de paz.
Oh San Juan Pablo, desde
la ventana del Cielo, donde te vemos junto a María, haz descender sobre todos
nosotros la bendición de Dios. Amén.
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