Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

viernes, 11 de octubre de 2024

Papa Juan XXIII

 


Hoy celebramos la memoria litúrgica de San Juan XXIII, recordando con especial cariño y profunda gratitud la ceremonia de canonización,junto a mi querido Juan Pablo II. El mismo momento en la historia, mismo lugar, mismo día, gente de todos los rincones del mundo en la bella Roma, una inundación de polacos, patria de Karol Wojtyla, obviamente también de italianos, de su terruño de Sotto il Monte, de sus amigos y conocidos. Preciosa experiencia personal que nunca olvidaré, hace año y medio……

Este mes también se conmemora un nuevo aniversario de la elección al pontificado de Juan XXIII, el Papa bueno, el Papa del rostro sonriente, que aportó una ráfaga de novedad que no se refería a la doctrina, sino más bien al modo de exponerla; era nuevo su modo de hablar y actuar, y era nueva la simpatía con que se acercaba a las personas comunes y a los poderosos de la tierra. Con ese espíritu convocó el Concilio ecuménico Vaticano II, con el que inició una nueva página en la historia de la Iglesia….una "intuición profética" (Juan Pablo II homilia de beatificacion 3 de septiembre 2000)de un Papa no tan joven (tenia entonces 77 años), quien a los pocos meses de haber aceptado la responsabilidad de ser Pastor de la Iglesia se embarcó en una tarea monumental al convocar el Concilio Vaticano II (1962-1965).

Como preparación a la canonización de Juan XXIII el 25 de abril de 2014 el Papa Francisco envió una carta a los coterráneos de Angelo Giuseppe Roncalli:

 Queridos amigos bergamascos:

 […] Sé cuánto queréis al Papa Juan XXIII, y cuánto él quería a su tierra. Desde el día de su elección al pontificado, el nombre de Bérgamo y de Sotto il Monte se hicieron familiares en todo el mundo, y aún hoy, a más de cincuenta años de distancia, estos son asociados a su rostro sonriente y a su ternura de padre.

Os invito a dar gracias al Señor por el gran don que fue su santidad para la Iglesia universal, y os aliento a custodiar la memoria del terreno en el cual ella germinó: un terreno hecho de profunda fe vivida en lo cotidiano, de familias pobres pero unidas por el amor del Señor, de comunidades capaces de compartir en la sencillez.

Cierto, a partir de entonces el mundo ha cambiado, y son nuevos también los desafíos para la misión de la comunidad cristiana. Sin embargo, esa heredad puede inspirar aún hoy una Iglesia llamada a vivir la dulce y consoladora alegría de evangelizar, a ser compañera de camino de cada hombre, «fuente del poblado» de la que todos pueden sacar el agua fresca del Evangelio. La renovación querida por el Concilio ecuménico Vaticano II abrió el camino, y es un gozo especial que la canonización del Papa Roncalli se realice junto a la del beato Juan Pablo II, que llevó adelante tal renovación durante su largo pontificado.[…]

 

 


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