La Audiencia General de Juan Pablo II del 19 de diciembre de 1979 fué la numero 12 de las 129 audiencias de los miércoles dedicadas a la “Teologia del Cuerpo” . En esta audiencia hablaba sobre “Inocencia y desnudez”.
Este conjunto de catequesis, dadas por el Santo Padre Juan Pablo II entre los años 1979 y 1984 formaban parte de un cuerpo doctrinal que él mismo sugirió podrian titularse “El amor humano en el plan divino”, o “La redención del cuerpo y la sacramentalidad del matrimonio”.
Estas catequesis son la expresión de la personalidad misma de Karol Wojtyla sacerdote y pastor, su profundo interés por el hombre en el plano de lo humano, antropológico y teológico y parten del misterio profundo de la creación del hombre y la mujer. Ya a partir de los años 1949/1950 Karol Wojtyla, capellán en la Parroquia San Florían, organiza allí una serie de cursos para los jóvenes novios, luego a principios de 1951 forma el grupo “Srodowisko” mas tarde la pequeña familia “Rodzinka”, inspirando la libertad interior. No habia tema que no se tratase, esa fue la impronta de su vida pastoral. Escuchaba y pensaba en voz alta junto a ellos, considerando siempre “en el otro”, una persona digna de respeto, núcleo central de su “Teologia del cuerpo”, el respeto por el otro, el don de si mismo.
En diciembre de 1956 asumió la Cátedra de Etica en la Universidad Católica de Lublin (KUL) y en el año académico 1957/1958 desarrolló una serie sobre ética sexual que continuará en 1958/1959. En 1960 KUL publica su libro “Amor y Responsabilidad”, publicación que Anna Karon-Ostrowska comenta “fue literalmente deslumbrante, pues hasta entonces nadie habia hablado sobre el sexo de esa manera tan abierta en Polonia menos aún en la Iglesia, ni utilizado ese lenguaje, ni puesto tal énfasis sobre el tema, simplemente no era natural para la época”.
Y en la última Convención de Gniezno (2007)han querido dedicar “especial atención a la “Teologia del cuerpo” de Juan Pablo II, quien de manera tan significativa en la historia de la Iglesia describe las relaciones de amor entre un hombre y una mujer, enseñanzas que lamentablemente continúan siendo tan poco conocidas e interpretadas inadecuadamente”.
Pienso en voz alta y recuerdo el tabú de ciertas conversaciones, de ciertos temas en mis años de adolescencia. Pensar que el admirable Karol Wojtyla habló de ellos ya hacia fines de los 50. Me maravillo ante semejante obra, increíble y monumental, material para toda una vida si uno quiere hacerlo a conciencia y en profundidad. No me atrevo a marcar citas ni siquiera de la catequesis de referencia para no sacar palabras fuera del contexto de tan rico contenido. y me pregunto donde estaba nuestro pequeño mundo en los años 60? Y donde estamos ahora que tan poco se conoce y tan poco se habla de estas enseñanzas que son parte del Magisterio de la Iglesia, dadas pública y abiertamente en Audiencias Generales. Está en todos nosotros profundizarlas, vivirlas y hacerlas conocer.
Invito visitar mi post:
Humanae Vitae y la teología del cuerpo con un listado de referencias
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