...Dos mil años han pasado desde que "la Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros; hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad" (Jn 1, 14).
Por eso, elevamos en coro el canto de nuestra alabanza y acción de gracias: Te Deum laudamus. Te alabamos, Dios de la vida y de la esperanza. Te alabamos, Cristo, Rey de la gloria, Hijo eterno del Padre.Tú, nacido de la Virgen Madre, eres nuestro Redentor; te has convertido en hermano nuestro para la salvación del hombre y vendrás en la gloria a juzgar el mundo al final de los tiempos.Tú, Cristo, fin de la historia humana, eres el centro de las expectativas de todo ser humano.A ti te pertenecen los años y los siglos. Tuyo es el tiempo, oh Cristo, que eres el mismo ayer, hoy y siempre. Amén.
Homilia del Santo Padre Juan Pablo II, celebraciòn de las primeras Visperas de la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios y del Te Deum para dar gracias a Dios 31 de diciembre 1999.
No hay comentarios:
Publicar un comentario