«Nuestro amor al prójimo es la medida de nuestro amor a Dios. Para los cristianos, y no sólo para ellos, nadie es extranjero.. El amor de Cristo no conoce fronteras».
«Si no puedo compartir el destino de mis hermanos y hermanas, mi vida, en cierto sentido, queda destruida».
Santa Teresa Benedicta de la Cruz
Aunque comprendo la preocupación de los europeos y reconozco que es un tema harto complejo me apena enormemente ser testigo presencial o virtual de la situación tan inhumana con que a veces son recibidos, rechazados o soportados tantos inmigrantes ilegales o no, llegados a un país que habían soñado no les negaría una vida digna. Quizás no esperaban un paraíso pero si un lugar donde pudiesen vivir sin padecer miserias y hambrunas y vislumbrar un futuro más promisorio y por eso arriesgaron todo. Si bien es otro el entorno y la situación, después de tantos años aquellas reflexiones de Santa Teresa Benedicta de la Cruz no han perdido actualidad
«Si no puedo compartir el destino de mis hermanos y hermanas, mi vida, en cierto sentido, queda destruida».
Santa Teresa Benedicta de la Cruz
Aunque comprendo la preocupación de los europeos y reconozco que es un tema harto complejo me apena enormemente ser testigo presencial o virtual de la situación tan inhumana con que a veces son recibidos, rechazados o soportados tantos inmigrantes ilegales o no, llegados a un país que habían soñado no les negaría una vida digna. Quizás no esperaban un paraíso pero si un lugar donde pudiesen vivir sin padecer miserias y hambrunas y vislumbrar un futuro más promisorio y por eso arriesgaron todo. Si bien es otro el entorno y la situación, después de tantos años aquellas reflexiones de Santa Teresa Benedicta de la Cruz no han perdido actualidad
La Iglesia recuerda hoy a esta "eminente hija de Israel e hija fiel de la Iglesia" pero recordarla no es suficiente como dice Waltraud Herbstrith en su libro “El verdadero rostro de Edith Stein” (Ediciones Encuentro, Madrid) “deberìamos dejarnos impregnar por la forma de ser y de actuar de los “homenajeados”
«¿Quien eres Tú, dulce luz que me colma
Y de mi corazón la oscuridad alumbra?
Tú me guías como mano materna
Y si Tú me abandonaras
No sabría ya dar un paso más.
Tú eres el espacio
Que abarca mi ser y lo cobija.
Apartada de Ti, me hundiría en el abismo
De la nada, del que Tú al ser me alzas.
Tú, más cercano a mí que yo misma
Y más íntimo que mi propia intimidad,
Y siempre inaprensible e incomprensible,
Escapando a todo nombre.
¡Espíritu Santo, Amor eterno!»
Invito visitar mis post anteriores:
Edith Stein Teresa Benedicta de la Cruz
«¿Quien eres Tú, dulce luz que me colma
Y de mi corazón la oscuridad alumbra?
Tú me guías como mano materna
Y si Tú me abandonaras
No sabría ya dar un paso más.
Tú eres el espacio
Que abarca mi ser y lo cobija.
Apartada de Ti, me hundiría en el abismo
De la nada, del que Tú al ser me alzas.
Tú, más cercano a mí que yo misma
Y más íntimo que mi propia intimidad,
Y siempre inaprensible e incomprensible,
Escapando a todo nombre.
¡Espíritu Santo, Amor eterno!»
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