Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

jueves, 20 de agosto de 2009

A 20 años de Monte del Gozo con Juan Pablo II (2)


Me emociona leer los recuerdos de aquellas Jornadas para algunos casi mágicas, profundas, inolvidables y pensar cuantos jóvenes habrán descubierto a Cristo en aquel «Camino de Santiago» de 1989 aprendiendo a “descubrir a Jesús”.

Me permito “robarle” un trozo de sus recuerdos a Victoria que le habla directamente aa Juan Pablo II de su inesperada experiencia: “de la primera vez que te vi, casi a un metro de mí... ibas en el Papamóvil, en Santiago de Compostela. Fue en la peregrinación al Monte del Gozo. Yo "pasé" de esperarte en el Monte. Y con una amiga decidí ver la catedral, -cosa que no pudimos-. De pronto, sin esperarlo, ya de vuelta, en la carretera, cuando no había casi nadie, pasaste bendiciéndonos a todos. Todavía me estremezco, porque sentí que me bendecías a mí….Aquella peregrinación marcó mi vida. Hubo un antes y un después de aquello. Hay una Palabra que se me quedó grabada a fuego, en aquella mi primera peregrinación: "¿Quien dice la gente que soy yo? -Unos dicen que Elías, otros que Juan el Bautista, otros que el Profeta... Y vosotros, quién decís que soy yo?"Y en aquella ocasión, dije contigo: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo". (recomiendo leer también los comentarios a su post)

De igual manera en una carta de María del Sol Carpintero leo:
“ recuerdo que tuviste tu singular “transfiguración” en el Monte del Gozo, rodeado de jóvenes, cuando nos decías con todas tus energías: “Os invito a descubrir vuestra vocación real para colaborar en la difusión de este Reino de la verdad y la vida, de la santidad y la gracia, de la justicia, el amor y la paz. Si de verdad deseáis servir a vuestros hermanos, dejad que Cristo reine en vuestros corazones, que os ayude a discernir y crecer en el dominio de vosotros mismos, que os fortalezca en las virtudes, que os llene sobre todo de su caridad, que os lleve por el camino que conduce a la “condición del hombre perfecto”. ¡No tengáis miedo a ser santos!” Era la IV JMJ, el 20 de Agosto de 1989. No nos fue permitido “montar la tienda” para retenerte entre nosotros en España. Había que bajar del monte porque tenías que seguir llevando a la Iglesia hacia el “nuevo milenio” con mucha oración, con mucha entrega, con muchas iniciativas, con mucho sufrimiento”.

José Miguel Cejas en sus escritos de las vivencias de veinte años de Jornadas resume: Fueron unos días de intensa emociión y alegría. Miles y miles de jóvenes llenaban las calles de Santiago en una peregrinación sin precedentes, y después de una larga caminata, animados por la hospitalidad tradicional de los gallegos, llegamos, por fin, el Monte del Gozo. Rezamos, asistimos a la Eucaristía con el Papa y escuchamos sus palabras. Cantamos y disfrutamos bastante. Dormir, lo que se dice dormir, tengo la sensación de que se durmió poco... Se vivía ya con la conciencia de vivir las últimas décadas del siglo….”Somos los jóvenes del dos mil”

“Todavía resuenan los ecos de su mensaje y como el buen vino, se ha ido haciendo en nosotros vida la palabra que se nos pronunció. “No tengáis miedo a ser santos…Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. Dice Pedro Jara.
“En agosto de 1989 medio millón de jóvenes tuvieron esta experiencia gozosa y purificadora, cuantitativa y cualitativamente. Personalmente, recuerdo el abrazo en el monte al divisar las torres de la catedral, la oración que siguió, y la reunión por grupos, el examen de conciencia colectivo y el perdón. Sobre el suelo, en pleno monte… Desde allí, seguimos cantando hacia Santiago, para regresar a continuación al monte, sembrado de tiendas de campaña, dispuestos a descansar y esperar, como pudiésemos, el encuentro con el Papa peregrino. El monte, pelado y polvoriento, se coloreó de juventud y entusiasmo. Se había convertido en un Centro de acogida a los peregrinos y al pastor, también peregrino, como Santiago, hasta el fin de la tierra”
Y otro: “Galicia era el escenario elegido para la Jornada Mundial de la Juventud, que tuvo una clausura de excepción con la visita del Papa Juan Pablo II. «Vengo a comprometeros en la construcción de un mundo donde resplandezca la dignidad del hombre», les dijo a los jóvenes congregados en el Monte del Gozo, de Santiago de Compostlea. Y peregrinó a su catedral, donde dio el tradicional abrazo al Apóstol. Desde allí, visitó Oviedo, y en la catedral, el Santo Sudario. Y no quiso cerrar su viaje al norte de España sin dedicarle un rato de oración a la Santina, la Virgen de Covadonga, en su Cueva, en su santuario, allí donde están aquellas raíces de España en las que se inició la reconquista. El Papa invitó a los cristianos a iniciar el camino de la reconquista moral de Europa”

Y ahora:

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy en un lugar de prestado, sin ordenador a mano, pero me he escapado un ratillo.
Juan Pablo II, peregrino. Qué pedazo de santo.
Un beso
Luisa

Ludmila Hribar dijo...

Gracias Luisa. He pagado una deuda que tenia con el blog.
Mudanza o vacaciones? Un abrazo.