“Sanguis martyrum, semen christianorum”
Hace 20 años, el 19 de junio de 1988, el Santo Padre Juan Pablo II celebraba la ceremonia de canonización de los 117 mártires vietnamitas (sacerdotes, religiosos y laicos) que se habian negado a pisotear la cruz de Cristo o a admitir la falsedad de su fe, en los siglos XVII y XIX . Habian sido beatificados en distintas fechas durante los pontificados de León XIII, Pío X y Pío XII.
“De sus lágrimas brotó aquella semilla del Evangelio y de la gracia, de la cual emana el don de la fe: “si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto” (Jn 12, 24) citaba el Santo Padre y decìa en su homilia . “Los martires vietnamitas sembrando entre lágrimas en realidad iniciaron un dialogo profundo y liberador con la población y la cultura de su nación, proclamando ante todo la verdad y la universalidad de la fe en Dios, proponiendo además una jerarquía de valores y de deberes particularmente apropiada a la cultura religiosa de todo el mundo oriental”
“Sanguis martyrum, semen christianorum”. “Semen christianorum”. “A la par de los miles de fieles, que en los siglos pasados, han caminado en pos de las huellas de Cristo, lo son tan bien aquellos que trabajan abnegadamente, quizás en medio de la angustia, con la sola ambición de poder perseverar en la viña del Señor…”
“De sus lágrimas brotó aquella semilla del Evangelio y de la gracia, de la cual emana el don de la fe: “si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto” (Jn 12, 24) citaba el Santo Padre y decìa en su homilia . “Los martires vietnamitas sembrando entre lágrimas en realidad iniciaron un dialogo profundo y liberador con la población y la cultura de su nación, proclamando ante todo la verdad y la universalidad de la fe en Dios, proponiendo además una jerarquía de valores y de deberes particularmente apropiada a la cultura religiosa de todo el mundo oriental”
“Sanguis martyrum, semen christianorum”. “Semen christianorum”. “A la par de los miles de fieles, que en los siglos pasados, han caminado en pos de las huellas de Cristo, lo son tan bien aquellos que trabajan abnegadamente, quizás en medio de la angustia, con la sola ambición de poder perseverar en la viña del Señor…”
“Semen christianorum”, “son también todos aquellos que hoy, en medio de su pueblo y por la causa de Dios, se esfuerzan por comprender el sentido del Evangelio de Cristo y de su cruz, con el deber que ello comporta de trabajar y orar por la venida del Reino de nuestro Padre en todas las almas, particularmente en el lugar donde el Señor los ha llamado a estar…”
Cuando fueron canonizados los 117 mártires vietnamitas; ni el Cardenal ni ningún otro obispo de Vietnam estuvo presente en la ceremonia celebrada en san Pedro, pero Juan Pablo II comenzò su homilía saludando a ellos y todos aquellos que – aunque distantes geográficamente - estaban unidos espiritualmente con la Iglesia en la plaza San Pedro.
Leemos en RIAAL “Que se temía que la ceremonia de canonización resultara algo pobre porque el gobierno vietnamita, comunista irreductible, había negado la salida a cualquier peregrino: no podía haber católicos de Vietnam en esa celebración de Roma. Pero las cosas resultaron al revés y se veían caras vietnamitas por todas partes, sin que nadie supiera cómo se las habían arreglado aquellos valientes católicos para asistir a la glorificación de sus antecesores en la fe”
Han pasado ya muchos años desde entonces y la Santa Sede no ha cesado de trabajar para restablecer las relaciones. Cito a 30 giorni, “En marzo de 2007 una delegación de la Santa Sede viajó a Vietnam. Era el viaje número catorce. La serie de visitas fue inaugurada en 1989 por el cardenal Roger Etchegaray...”.
Hace muy pocos dias una nueva delegación de la Santa Sede, encabezada por el subsecretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Pietro Parolin, (autor del articulo de 30 giorni) visitó nuevamente Vietnam realizando una serie de encuentros con el gobierno y con la comunidad católica.
Leemos en RIAAL “Que se temía que la ceremonia de canonización resultara algo pobre porque el gobierno vietnamita, comunista irreductible, había negado la salida a cualquier peregrino: no podía haber católicos de Vietnam en esa celebración de Roma. Pero las cosas resultaron al revés y se veían caras vietnamitas por todas partes, sin que nadie supiera cómo se las habían arreglado aquellos valientes católicos para asistir a la glorificación de sus antecesores en la fe”
Han pasado ya muchos años desde entonces y la Santa Sede no ha cesado de trabajar para restablecer las relaciones. Cito a 30 giorni, “En marzo de 2007 una delegación de la Santa Sede viajó a Vietnam. Era el viaje número catorce. La serie de visitas fue inaugurada en 1989 por el cardenal Roger Etchegaray...”.
Hace muy pocos dias una nueva delegación de la Santa Sede, encabezada por el subsecretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Pietro Parolin, (autor del articulo de 30 giorni) visitó nuevamente Vietnam realizando una serie de encuentros con el gobierno y con la comunidad católica.
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