Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

miércoles, 4 de junio de 2008

Juan Pablo II primer viaje a Polonia 1979 - 4 Czestochowa

De Gniezno, el lunes 4 de junio de 1979 el Santo Padre Juan Pablo II peregrinó al Santuario mariano de Czestochowa. Era el dia que la Iglesia en Polonia celebraba la fiesta de Maria Madre de la Iglesia. El Papa que habia pertenecido al Episcopado polaco durante mas de 20 años como obispo, después arzobispo metropolitano de Krakow, y Cardenal, venia “a este santo lugar, en vigilante escucha pastoral para oir latir el corazon de la Iglesia y de la patria en el corazón de la Madre de Jasna Gora, santuario de la nación”.

Después de rezar profundamente emocionado ante la Virgen de Jasna Gora, el Papa celebró la misa pontificial en la gran explanada de Jasna Gora ante una inmensa multitud. Seguidamente tuvo lugar una nueva Consagración a Maria, Madre de la Iglesia. En peregrinación a su patria Juan Pablo II queria “confirmar y renovar el acto de consagración pronunciado en Jasna Gora el 3 de mayo de 1966, con ocasión del milenio de Polonia

Por la tarde participó de un encuentro de fe realizado bajo el signo de la milagrosa imagen de la Virgen Negra ante la iglesia de San Segismundo, ultima etapa de la peregrinación de la Virgen por las parroquias de la diócesis, y por la noche se reunió con un grupo de enfermos y les dirigió un discurso.


El 5 de junio a primera hora el Santo padre celebró una misa para las religiosas en la explanada del Santuario y pronunció una homilía. “ La vocación religiosa….pertenece a la plenitud espiritual que el mismo Espíritu – Espíritu de Cristo – suscita y forja en el Pueblo de Dios. Sin las ordenes religiosas, sin la “vida consagrada” por medio de los votos de castidad, pobreza y obediencia, la Iglesia no sería en plenitud ella misma” les dijo.

Ese martes 5 de junio se celebraba la 169ª Asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Polaca, presidida por el primado, cardenal Stefan Wyszynski. Era el año de San Estanislao (Estanislao de Szeczepanów obispo de Krakow y miembro del episcopado polaco de entonces) y se recordaban los 900 años de su muerte a manos del rey Boleslao el Audaz en Skalka. El Santo Padre Juan Pablo II inauguró la sesión agradeciendo al Episcopado Polaco y a la Iglesia de Polonia “la unidad que es fuerza espiritual” y recordó sus años de ministerio episcopal…”se han acumulado en mi corazón grandes deudas de reconocimiento…” Después de su encuentro con la Conferencia Episcopal de Polonia Juan Pablo II recibió al Consejo del Episcopado polaco para la Ciencia.


A su término el Santo Padre presidió el Angelus, ese Angelus que se reza en la Plaza San Pedro todos los domingos y los dias festivos. Pero esta vez lo hacia desde el centro mariano de Polonia: el Santuario de Jasna Gora.
El mismo martes 5 de junio por la tarde ante un millón de peregrinos procedentes de la Baja Silesia y de la Silesia de Opole el Santo Padre dedicó su homilía desde Jasna Gora al santuario de Santa Eduvigis en Trzebnica, en los alrededores de Wroclaw. Y lo hacia por un motivo particular “porque La Providencia divina, en sus inescrutables designios, eligió el dia 16 de octubre de 1978, como el dia de cambio definitivo en mi vida. El 16 de octubre festeja la Iglesia en Polonia a Santa Eduvigis, y de ahí que me sienta particularmente obligado a dedicar hoy a la Iglesia en Polonia este recuerdo de la Santa, que además de ser patrona de la reconciliación con las naciones limítrofes, es también patrona del dia de la elección del primer polaco para la Cátedra de Pedro


Al anochecer del martes 5 de junio el Santo Padre participó en la plegaria que cada noche reúne a los peregrinos en torno a la Virgen Negra para lo que tradicionalmente se denomina “El llamamiento de Jasna Gora”. El Santo Padre pronunció un discurso que comenzó con estas palabras “Maria Reina de Polonia, estoy a tu lado, te recuerdo, vigilo! Palabras que se repiten “desde el tiempo de la gran novena de preparación para el milenio del bautismo y se convirtieron en el llamamiento de Jasna Gora y de la Iglesia en Polonia

Con la solemne celebración de la oración nocturna dirigida a Maria y al repique majestuoso de las campanas de Jasna Gora llegaba a su fin la intensa jornada del segundo dia de Juan Pablo II en Czestochowa.

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