Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

domingo, 15 de junio de 2008

Eugeniusz Baziak, Arzobispo de Krakow


EL 15 de junio de 1962 murió Eugeniusz Baziak, Arzobispo de Krakow (sus restos descansan en la catedral de Wawel, Krakow) – aquel Arzobispo que “heredó” del cardenal Sapieha la “preparación” de Karol Wojtyla y que fue “el eslabón que me unía a la sucesión apostólica” como decía Juan Pablo II mismo en Levantaos! Vamos!


El arzobispo Baziak, nacido el 8 de marzo de 1890, metropolitano de rito latino de Lvov, había compartido el destino de todos los que llamaban evacuados: había tenido que dejar Lvov y se había afincado en Lubaczów, esa franja de la archidiócesis de Lvov que, después de los acuerdos de Yalta, quedó dentro de los límites de la República Popular de Polonia. El príncipe Sapieha, arzobispo de Cracovia, un año antes de su muerte, había pedido que el arzobispo Baziak, obligado a abandonar por la fuerza su propia archidiócesis, fuera nombrado su coadjutor. Así pues, mi episcopado empalma cronológicamente con la persona de este prelado que tanto había sufrido (Levantaos! Vamos!)


Durante las vacaciones de 1951, después de dos años de trabajo en la parroquia de San Florián, el Arzobispo Eugeniusz Baziak, que había sucedido en el gobierno de la Archidiócesis de Cracovia al Cardenal Sapieha, me orientó hacia la labor científica. Debí prepararme para la habilitación a la enseñanza pública de la ética y de la teología moral. Esto supuso una reducción del trabajo pastoral, tan querido por mí. Me costó, pero desde entonces me preocupé de que la dedicación al estudio científico de la teología y de la filosofía no me indujera a "olvidarme'' de ser sacerdote; mas bien debía ayudarme a serlo cada vez más. (Juan Pablo II Don y Misterio)


Fue el arzobispo Baziak quien consagró la primera cruz de madera en el año 1957 allí donde más tarde se levantaría «Arka Pana»: la iglesia de la Madre de Dios, Reina de Polonia objeto tambien de la primera gran prueba para Karol Wojtyla- como dice el cardenal Stanislaw Dziwisz en Mi vida con Karol - pues al enfermar gravemente el Arzobispo Baziak el joven Monseñor Wojtyla debio enfrentar el desafio a solas, tratando por un lado de resolver el problema y por otro cuidar de no provocar mayores conflictos (entre otros las autoridades retiraron el permiso que le habian acordado al Arzobispo Baziak para la construccion de la Iglesia, permiso que finalmente fue otorgado el 13 de octubre de 1967 despues de años de luchas y desafios)

Como anécdota en “Levantaos, Vamos” Juan Pablo II recuerda que después de haber sido nombrado obispo auxiliar del arzobispado de Cracovia el 4 de julio de 1958 se apresuró a viajar a Cracovia para presentarse ante su ordinario el Arzobispo Eugeniusz Baziak en la calle Franciscanska 3 para entregarle la carta del primado. Entonces - dice Juan Pablo II - “recuerdo como si fuera hoy que el arzobispo me tomó del brazo y me llevó a la sala de espera, donde estaban sentados algunos sacerdotes, y dijo palabras “profeticas” “Habemus papam”…

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