Krakow se vistió de gala, se conjugaron pasado y presente liberando el espiritu del corazón de Malopolska.
La ciudad que lo habia visto partir vestido de negro lo recibia ahora de blanco. El Arzobispo de Krakow volvia como Obispo universal, sucesor de San Pedro.
Era 6 de junio de 1979 y hacía solo un par de horas que se habia despedido de la Madre de toda Polonia en Jasna Gora para dirigirse a su amada Krakow.
Llovia, no obstante una multitud lo esperaba en el prado de Blonia hasta donde habia llegado en un automóvil abierto desde el aeropuerto, a lo largo de un trayecto repleto de rostros exultantes de hombres, mujeres y niños que habia bautizado, confirmado, aconsejado…. matrimonios que habia bendecido. Su saludo fue breve. No obstante sus palabras exteriorizaban, en parte, la emoción que lo embargaba al recordar los años vividos en la ciudad de su vida.
La ciudad que lo habia visto partir vestido de negro lo recibia ahora de blanco. El Arzobispo de Krakow volvia como Obispo universal, sucesor de San Pedro.
Era 6 de junio de 1979 y hacía solo un par de horas que se habia despedido de la Madre de toda Polonia en Jasna Gora para dirigirse a su amada Krakow.
Llovia, no obstante una multitud lo esperaba en el prado de Blonia hasta donde habia llegado en un automóvil abierto desde el aeropuerto, a lo largo de un trayecto repleto de rostros exultantes de hombres, mujeres y niños que habia bautizado, confirmado, aconsejado…. matrimonios que habia bendecido. Su saludo fue breve. No obstante sus palabras exteriorizaban, en parte, la emoción que lo embargaba al recordar los años vividos en la ciudad de su vida.
“...Y mi corazon estaba, y no ha dejado de estar, unido con vosotros: con esta ciudad, con este patrimonio, con “esta Roma polaca”. Aquí en esta tierra he nacido. Aquí en Krakow, he pasado la mayor parte de mi vida, comenzando con la matrícula en la Universidad Jaguellónica en 1938. Aquí recibí la gracia de la vocación sacerdotal. En la catedral de Wawel fui consagrado obispo y desde enero 1964 heredé el gran patrimonio de los obispos de Krakow. Krakow, desde los mas tiernos años de mi vida, ha sido para mi una síntesis particular de todo lo que es polaco y cristiano. Ella me ha hablado del gran pasado histórico de mi patria. Ha representado para mi, de modo sublime, el espíritu de su historia. Recuerdo la antigua Krakow de mis años juveniles y universitarios, y la Krakow nueva, esa que con la construcción de Nowa Huta casi se ha triplicado. Esa en cuyos problemas he participado como Pastor, com obispo, como cardenal….Hoy saludo a esta mi querida Krakow como peregrino….sobre todo os saludo a vosotros habitantes de Krakow a todos y a cada uno. Vuelvo a vosotros como a una gran familia durante estos dias del jubileo de San Estanislao. ¡Os siento tan cercanos! A causa de este alejamiento al que el Señor me ha llamado, os siento todavía mas cercanos…. Deseo durante estos pocos dias que estaré con vosotros, hacer lo mismo que he hecho siempre: anunciar “las grandezas de Dios”, dar testimonio del Evangelio y servir a la dignidad del hombre. Asi como la sirvió San Estanislao hace tantos siglos.”
Desde alli se traslado directamente hacia la Catedral, para orar ante la tumba del obispo mártir San Estanislao, donde después de los saludos les dirigió algunas palabras a su pueblo de entonces y de siempre:
“Todos sabeis lo que ha sido para mi esta catedral de Wawel….desde 1972 vine preparando junto con vosotros este jubileo que ahora celebramos, aunque de modo tan diverso del que se preveía….habiamos proyectado juntos la visita a todas las parroquias…y ahora mediante la visita a las santas reliquias, aquí en la catedral, visito indirectamente a cada una de las parroquias….”
Pasó la noche en su habitación de Franciszkánska 3 que habia permanecido inalterada - excepto el ramo de flores – nada habia cambiado , desde que partiera el 2 de octubre anterior via Varsovia a Roma.
Sto lat, sto lat (que puedas vivir cien años) resonaba como telón de fondo a los cuatro vientos de una ciudad que estaba de fiesta. Esa noche los jóvenes no querian dejarlo ir hasta que él mismo debió poner fin al entusiasmo juvenil y a los gritos “unas palabras más….” bajo su ventana , el respondió con un “bien solo diré dos palabras más Buenas noches…”
(textos en español discursos y homilías tomados de Juan Pablo II - Peregrinación apostólica a Polonia, Librería Editrice Vaticana 1979, BAC 1979
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