Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

martes, 25 de marzo de 2008

Jubileo de las Familias 1984


En la homilía de la Santa Misa celebrada en la Plaza San Pedro con ocasión del Jubileo de las Familias el 25 de marzo de 1984 el Santo Padre invitaba a los esposos y a todos los presentes a la “Fuente de agua viva, que es Jesucristo, el Redentor del mundo; Jesucristo, Esposo divino de la Iglesia, Esposa suya en la tierra”.
A los esposos en especial les habló de “La alianza del amor esponsal, de ese "gran Misterio" en Cristo y en la Iglesia”. Invitaba a todos a a meditar, a la luz del misterio de la Redención, sobre la dignidad y la grandeza de la vocación de esposos y padres; a renovar, en este Misterio divino, la gracia del sacramento del matrimonio y a “abrir de para en par sus corazones para que se inclinen hacia la fuente de agua viva, que salta hasta la vida eterna!”
A los esposos les recordaba las enseñanzas de la Iglesia en especial de las de esta época contenidas en Casti connubii, la Gaudiurn et spes, la Humanae vitae y la Familiaris consortio y les invitaba a orar juntos “por la victoria de este amor en cada uno de vosotros, en cada matrimonio, en cada Familia. . De esta victoria depende el futuro de toda la familia humana”- decía y reiteraba que la “La Iglesia la pide sin cesar, rezando como hemos hecho durante el Sínodo de los Obispos del año 1980 relativo a la misión de la familia cristiana en el mundo actual”.
La celebración culminaba con una Oración por la Familia que se incluye en entrada por separado.

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