(foto visita ad limina obispos uruguayos, año 2000)
El 7 de mayo de 1988 el Santo Padre Juan Pablo II comenzaba un extenso viaje pastoral a Uruguay, Bolivia, Paraguay y Lima (Perú) que terminaría el 18 de mayo en Paraguay. Era su viaje apostólico Nro 37 y el segundo que realizaba Uruguay (*).
Continuaba - según sus palabras - la visita que habia “comenzado” el año anterior cuando habia prometido volver otra vez. Y esta vez venia para recorrer el pais en todas las direcciones. Venia “cargado de esperanza para anunciar a Cristo”. Queria acercarse de manera especial “a los que más sufren: a quienes carecen de los medios suficientes para sustentar su vida, a los que no tienen casa y a los desocupados; a los enfermos, a los minusválidos; a las familias divididas, a quienes les falta el cariño y la comprensión. A todos quisiera llegar con amor, para acompañarlos y ayudarlos”.
Ese mismo dia 7 de mayo de 1988 tuvo lugar la Celebración de la Palabra en el Estadio “Centenario”, donde en su homilía recordaba el Congreso Eucarístico de 1938 y el Año Mariano de 1954, y proclamaba un Año Eucarístico en el Año Mariano de la Iglesia universal - a pedido de los obispos uruguayos. A los padres y madres de familia les decía: “vosotros que amáis a vuestros hijos, que cuidáis de ellos con verdadera abnegación, tened presente que también debéis cuidar la vida que Cristo les ha dado en el Bautismo”. Y a los jóvenes les invitaba a “colaborar para construir una sociedad mas justa y más fraterna según la voluntad y el plan de Dios”.
Más tarde dirigió un discurso a las autoridades académicas, profesores y alumnos de la Universidad Católica Dámaso Antonio Larrañaga.
Anteriormente, durante el vuelo desde Roma a Montevideo, por medio de la Radio Vaticana, habia dirigido un mensaje - oración a los connacionales con motivo de la fiesta de San Estanislao que se celebraba en Polonia el dia siguiente el 8 de mayo, mostrándose preocupado por la situación en Polonia.
(*) Era la segunda vez que Juan Pablo II visitaba Uruguay y recordaba agradecido el acontecimiento histórico de la firma del acuerdo de Montevideo del año anterior, que sellaba el entendimiento entre Argentina y Chile por un diferendo que en 1978 los habia llevado al borde de un conflicto armado. Uruguay habia ofrecido entonces generosamente su suelo para la firma de ese Acuerdo en el Palacio Taranco y Juan Pablo II agradecia ese gesto de buena voluntad por un lado y por otro deseaba rendir público homenaje a la memoria del cardenal Antonio Samoré, que habia sido su Enviado Especial en aquella ocasión.
Invito visitar Mensaje de la Conferencia Episcopal Uruguaya publicado despues de la primer visita en 1987.
¡Orientales! ¡El Papa está en vuestra casa bajo el signo de la paz: la cruz de Cristo!
El 7 de mayo de 1988 el Santo Padre Juan Pablo II comenzaba un extenso viaje pastoral a Uruguay, Bolivia, Paraguay y Lima (Perú) que terminaría el 18 de mayo en Paraguay. Era su viaje apostólico Nro 37 y el segundo que realizaba Uruguay (*).
Continuaba - según sus palabras - la visita que habia “comenzado” el año anterior cuando habia prometido volver otra vez. Y esta vez venia para recorrer el pais en todas las direcciones. Venia “cargado de esperanza para anunciar a Cristo”. Queria acercarse de manera especial “a los que más sufren: a quienes carecen de los medios suficientes para sustentar su vida, a los que no tienen casa y a los desocupados; a los enfermos, a los minusválidos; a las familias divididas, a quienes les falta el cariño y la comprensión. A todos quisiera llegar con amor, para acompañarlos y ayudarlos”.
Ese mismo dia 7 de mayo de 1988 tuvo lugar la Celebración de la Palabra en el Estadio “Centenario”, donde en su homilía recordaba el Congreso Eucarístico de 1938 y el Año Mariano de 1954, y proclamaba un Año Eucarístico en el Año Mariano de la Iglesia universal - a pedido de los obispos uruguayos. A los padres y madres de familia les decía: “vosotros que amáis a vuestros hijos, que cuidáis de ellos con verdadera abnegación, tened presente que también debéis cuidar la vida que Cristo les ha dado en el Bautismo”. Y a los jóvenes les invitaba a “colaborar para construir una sociedad mas justa y más fraterna según la voluntad y el plan de Dios”.
Más tarde dirigió un discurso a las autoridades académicas, profesores y alumnos de la Universidad Católica Dámaso Antonio Larrañaga.
Anteriormente, durante el vuelo desde Roma a Montevideo, por medio de la Radio Vaticana, habia dirigido un mensaje - oración a los connacionales con motivo de la fiesta de San Estanislao que se celebraba en Polonia el dia siguiente el 8 de mayo, mostrándose preocupado por la situación en Polonia.
(*) Era la segunda vez que Juan Pablo II visitaba Uruguay y recordaba agradecido el acontecimiento histórico de la firma del acuerdo de Montevideo del año anterior, que sellaba el entendimiento entre Argentina y Chile por un diferendo que en 1978 los habia llevado al borde de un conflicto armado. Uruguay habia ofrecido entonces generosamente su suelo para la firma de ese Acuerdo en el Palacio Taranco y Juan Pablo II agradecia ese gesto de buena voluntad por un lado y por otro deseaba rendir público homenaje a la memoria del cardenal Antonio Samoré, que habia sido su Enviado Especial en aquella ocasión.
Invito visitar Mensaje de la Conferencia Episcopal Uruguaya publicado despues de la primer visita en 1987.
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