Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

viernes, 9 de mayo de 2008

Juan Pablo II y el Uruguay - 20 años - 2


Leiamos en El Pais que las dos visitas del Santo Padre Juan Pablo II dejaron profunda huella en el ser y sentir de los uruguayos, quienes acompañaron todos los encuentros apostólicos convocados por el Santo Padre tanto en Montevideo como en el interior. El 31 de marzo de 1987 habia quedado marcado en la historia como la primera visita a Uruguay de la máxima autoridad de la Iglesia Católica. En esa ocasión, Juan Pablo desarrolló su misión apostólica exclusivamente en Montevideo.

Al celebrarse el año pasado los 20 años de esa primer visita (1987) se realizó en la Casa de Gobierno una muestra incluyendo objetos relacionados con la visita del Santo Padre. Se incluía tambien el documento original (pergamino grande) del acta del Palacio Taranco, que concluyó con una mediación exitosa del papa Juan Pablo II en el conflicto que mantenían los gobiernos de Argentina y Chile. Desde aquí agradecemos nuevamente a nuestros hermanos uruguayos por su generosa mediación y por tendernos una mano amiga en momentos difíciles.

Juan José Arteaga, embajador e historiador, comentó que los viajes que el Papa realizó en 1987 y 1988 se enmarcaron en una etapa de finalización del mundo bipolar, entendiendo que estas visitas a territorio uruguayo generaron el fin de un histórico conflicto entre religión y laicismo en el Uruguay, marcando definidamente dos etapas. Dijo que en la primera el laicismo fue combativo y anticatólico, y que en la segunda se convirtió en un marco de respeto y tolerancia.

Esta semana, al celebrarse los 20 años de la segunda visita de Juan Pablo II a Uruguay, se ha organizado en Melo, la diócesis de Cerro Largo y Treinta y Tres, a cargo de Monseñor Luís del Castillo, una muestra fotográfica, con imágenes que llegaron desde el Vaticano.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Fui custodia personal de Juan Pablo II , andube con él en el Papamovil en Melo y en Salto, fué una Bendición de Dios y creo que ya era un santo en vida .Gloria a Dios Padre , Hijo y Espiritu Santo que me permitió estar junto a él.

Ludmila Hribar dijo...

Muchas gracias Juan Jose por tu comentario. Imagino la emocion haber estado tan cerca de un santo. No querrias escribir unas lineas sobre esa privilegiada experiencia para este blog? Un abrazo y muchas gracias.