Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

miércoles, 28 de mayo de 2008

Benedicto XVI en Polonia 2006 - 5


El domingo 28 de mayo 2006, el Santo Padre Benedicto XVI, concluyendo casi su viaje apostólico a Polonia, llamó al pueblo polaco a ser testimonio de fe ante el mundo. En presencia de alrededor de un millón de fieles venidos de todas partes de Polonia y otros paises, presidió la Santa Misa concelebrada en Blonia-Cracovia, con alrededor de 1500 sacerdotes, 20 cardenales, 28 arzobispos y 120 obispos de diversos paises sobre un altar en forma de barca coronada por una cruz de 23 mts de altura y un fondo con una imagen de Jesus Misericordioso realizada en flores rojas y blancas.



Fue saludado por el cardenal Stanislaw Dziwisz quien le aseguro que Juan Pablo II se siente feliz al ver al nuevo Papa caminar por estas tierras siguiendo sus huellas y recordó que fue precisamente Juan Pablo II quien lo habia llamado a Roma para que fuese uno de sus colaboradores mas cercanos. “Ahora que Ud ha aceptado su ministerio y representa a Cristo sobre la tierra tiene derecho sobre nuestros corazones. Tiene derecho a nuestras oraciones de agradecimiento. Nuestra casa es su casa. Nuestra Iglesia es vuestra Iglesia. Bendigamos, guíenos”.


En su homilía el Santo Padre expresó: “Al inicio del segundo año de mi pontificado he venido a Polonia y a Cracovia por una necesidad del corazón, como peregrino tras las huellas de mi predecesor. Quería respirar el aire de su patria…quería mirar la tierra en la que nació y donde creció para asumir su incansable servicio a Cristo y a la Iglesia universal. Deseaba encontrarme con los hombres vivos, sus compatriotas, experimentar vuestra fe, de la que él sacó la savia vital, y asegurarme de que estéis firmes en ella. Asi quiero también pedir a Dios que conserve en vosotros la herencia de la fe, de la esperanza y de la caridad que Juan Pablo II legó al mundo y de modo particular a vosotros.”
"Cuando Karol Wojtyła fué elegido a la Sede de Pedro….vuestra tierra se convirtió en testimonio particular de fe en Jesucristo. Vosotros mismos habéis sido llamados a dar este testimonio ante el mundo entero. Esta vocación es siempre actual, y quizás más actual desde el momento de la santa muerte del siervo de Dios. Dad siempre al mundo vuestro testimonio” “Compartid con los demás pueblos de Europa y el mundo el tesoro de vuestra fe” “Y acordaos de mi en vuestras oraciones y en vuestros sacrificios, como os acordabais de mi gran predecesor, para que yo pueda cumplir la misión que Cristo me ha confiado.
Os ruego: permaneced firmes en la fe. Permaneced firmes en la esperanza. Permaneced firmes en la caridad”

Y finalmente llego la despedida de Cracovia. Benedicto XVI saludo nuevamente desde la “ventana papal” de la calle Franciscanska y partió hacia Oświęcim después de mediodía.

En su visita al campo de Concentración de Auschwitz, donde “la humanidad atravesó por un “valle oscuro” y detrás de cuyas lápidas se oculta el destino de innumerables seres humanos” el Santo Padre expresó: “Tomar la palabra en este lugar de horror, de acumulación de crímenes contra Dios y contra el hombre que no tiene parangón en la historia, es casi imposible, y es particularmente difícil …. para un cristiano, para un Papa que proviene de Alemania….uno se queda sin palabras; en el fondo solo se puede guardar un silencio de estupor, un silencio que es un grito interior dirigido a Dios: ¿Por qué, Señor, callaste? Por que toleraste todo esto? Con esta actitud de silencio nos inclinamos profundamente en nuestro interior ante las innumerables personas que aquí sufrieron y murieron. Sin embargo, este silencio se transforma en petición de perdón y reconciliación, hecha en voz alta, un grito al Dios vivo para que no vuelva a permitir jamás algo semejante”.

Podria escribir algo de la crónica de esta parte del viaje pero prefiero cerrar con las palabras del Santo Padre y adoptarlas como mías. De todas maneras invito a leer el texto completo del discurso del Santo Padre. Después de las oraciones por las víctimas el Santo Padre se despedia y partia hacia el Aeropuerto de Krakow-Balice para su regreso a Roma.

2 comentarios:

icue dijo...

Como me impresiona ver al Santo Padre entrando en ese campo de exterminio.
Me ayuda a esta foto para encomendar tantas cosas que no deben de repetirse.
Con gran afecto

Ludmila Hribar dijo...

Si Icue, tambien a mi. Tal es asi, que primero pense incluir solo la foto, pero a veces tambien hacen falta las palabras, más si están dichas por el Santo Padre, palabras muy sentidas por cierto. Gracias por tu comentario y un abrazo.