Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

lunes, 5 de mayo de 2008

Mis dias en Polonia - Krakow – detalles

Llegué a mi querida Krakow el martes 15 de abril, un dia soleado, caluroso y fuera de estación para Polonia, pero no duró … no podia ser de otra manera me traia la lluvia de Eslovenia. Sin embargo ni frio ni lluvia perturbaron mi visita (al menos no demasiado ;)

Krakow exige que se la camine sin prisa, sin ataduras ni horarios de programas grupales. Solo asi es posible vivenciar cada momento y lugar y detenerse, aun cuando el tiempo no acompañe. Una ciudad que se está remozando: nueva terminal de ómnibus (detrás de la del ferrocarril), nuevo complejo de centro comercial, hotel y plazoleta frente a la estación. En cierta manera ya se está pareciendo al resto de la Europa consumista, ofreciendo todo tipo de marcas no siempre accesibles a todos los bolsillos, menos aún al de los polacos. Hay muchas ganas de “ser”, si bien esas ansias arrastran aún ciertos rasgos de la época comunista, esos edificios “grises” y las cantidades de monoblocks muy “socialistas” forman parte del paisaje de Krakow y de otras ciudades (p.je. Czestochowa – este me impresiono!) pero tambien es evidente la atención que se dedica a las restauraciones en la parte céntrica de la ciudad; hay mucha gente por todas partes (naturalmente tambien turistas), mucho transito, pocas posibilidades de hacerse entender en ingles - lástima - menos aún alejándose de Krakow. Pero en la mística de Krakow hay algo notable: un “algo”entre los jóvenes (que me recuerda en cierta manera a los salteños (de la provincia de Salta, Argentina) una especie de orgullo de ser lo que son, ese caminar erguido expresa algo diferente, un porte distinguido. Claro también estan los que no. La generación menos “feliz” o la menos sonriente pareciera ser la de la gente de mediana edad (son ellos los que arrastran el mayor caudal de socialismo)

La polifacética Krakow, “el alma de Polonia” llena de vida y gente joven invita a observarla tal como es, imaginándola como era, pensando su futuro. Cuando en uno de esos ex abruptos mios se me ocurrio opinar que imagino una Krakow bellisima dentro de unos cinco años (necesita aun muchos reparaciones y mejoras) mi interlocutor me miro perplejo. Es verdad que necesita un tiempo prudencial para ser mas ordenadamente “europea” espero que esa transición y esa busqueda de “parecerse”, de “ser” no deteriore un ápice su intrínseco y auténtico sabor, su alma tan única. Si bien para quienes vemos en ella la querida patria surcada por las huellas de Karol Wojtyla, y buscamos comprender su vida, reflexionar sus tiempos y su gente sera difícil quitarle valor a esta valiente y valiosa tierra – cuna de sus insignes inspiradores : Mickewicz, Slowacki, Norwid… y de tantos de sus maestros : sus padres, su confesor y director espiritual el padre Kazimierz Figlewicz (en Wadowice y en Krakow), el profesor Mieczyslaw Kotlarczyk, inspirador de su pasión por el teatro, su “mentor” espiritual Jan Tyranowski, el cardenal Sapieha y tantos otros.

Esta tierra tantas veces ferozmente atacada, jamas enteramente conquistada (ni siquiera cuando fue borrada del mapa), esta tierra patria que Karol Wojtyla supo plasmar casi proféticamente en sus poemas “cuando yo pienso, cuando digo : Patria, me estoy expresando a mi mismo, y me enraizo, y el corazón me dice que ella es la frontera oculta que va de mi hacia los otros hombres para abrazarlos a todos en un pasado mas antiguo que cada uno de nosotros… y sin cesar me acucia el ansia de cómo engrandecerla, de cómo ensanchar el espacio que mi patria habita” invita a pensar….

Y así inspirada en su sentir poético, anduve sin prisa y sin pausa por mi querida calle Florianska, que con su torre del siglo XIV y la imagen de San Florian marca la puerta del Stare Miesto. A unos pasos esta la Basílica de San Florian, primer parroquia de Karol Wojtyla en Cracovia y donde ejerció una parte significativa de su ministerio (en especial entre los jóvenes) entre los años 1949 y 1951. Esta “su” Iglesia, se ve ahora totalmente renovada y reluciente, se puede ver (y por supuesto besar) el reclinatorio que utilizara Juan Pablo II durante su visita) - ahora entiendo porque los polacos no se ven tan “apurados” como nosotros en querer besar la tumba de Juan Pablo II en Roma – es que su patria guarda a cada paso un sinfín de recuerdos “vivos” de su querido Karol.

Alli por el "camino real" desde la "muralla" de Florianska se divisa el costado de la hermosa Basílica gótica de Santa Maria con la fachada sobre el Rynek Glowny mismo, su interior amplísimo y deslumbrante albergando orgullosa el bello triptico de Wit Stwosz, y ese impresionante crucifijo pendiente del cielorraso. De ese bendito lugar guardo un emocionante primer “encuentro” en el 2005 con la Virgen de Czestochowa en el altar de la pequeña capilla a la entrada y ahora cada vez que entro es como si regresase a mi casa para recordar algo que he dejado alli dentro, pero que me sigue acompañando por el mundo.

No es posible cruzar esa plaza del Rynek Glowly sin admirar por enésima vez la belleza de los edificios que la circundan, y Sukiennice, el antiguo Mercado de paños, ahora galeria comercial (souvenirs), colmada de turistas y la pequeñisima iglesia de San Alberto frente a la calle Grodzka (que desemboca casi frente al Wawel). Enriquecida por este regalo que ofrece el centro de Krakow enfilé hacia la Iglesia de los Franciscanos, para apreciar nuevamente allí el vitral de Stanislaw Wyspianski “Dios el Padre el Creador” (que me recuerda a Chagall) rezar un breve Via Crucis siguiendo las mismas estaciones de la Pasion del Señor que frecuentara Karol Wojtyla, durante sus años en Cracovia. Saliendo de allí mirando de frente la ventana de aquel primer piso del Palacio Arzobispal del otro lado de la calle Franciskanska desde donde saludara durante su permanencia en Cracovia ya como Juan Pablo II, han colocado una imagen “viva” de Juan Pablo II. Esta vez no se me dio (como en el 2006) visitar la capilla del Palacio de los Arzobispos , con un “significado especial” para Juan Pablo II, donde rezaba y escribia, donde fue ordenado sacerdote por el Cardenal Sapieha el l de noviembre - Dia de todos los Santos - de 1946, y desde donde partió hacia Roma para regresar ya como Juan Pablo II. Pero volvi a ver la exposicición de posters de su vida alli en el Patio con su imagen esculpida en bronce rodeada de flores.

Naturalmente visite otra vez el imperdible Museo Arquidiocesano en la calle Kanonicka nro 19, donde vivio entre los años 1951 a 1958. Lo mas interesante los objetos personales, los demás compiten por valor y estetica. (Hay algunos muy bonitos) Me pareció que habia menos objetos personales que en el 2005? Pero es difícil asegurarlo pues la disposición es ahora diferente.

Contagiada por la emoción que embargaba a Karol Wojtyla cada vez que entrada al Santuario del Wawel, que atesora toda la historia de Polonia, me arrodilllé ante la tumba de san Estanislao, besé la placa donde está enterrado el Cardenal Sapieha, “el Principe Valiente”, “verdadero modelo” para Karol Wojtyla, “porque en primer lugar fue un pastor”, me detuve ante la tumba de la santa reina Edvige, cuyas reliquias fueron puestas bajo el famoso Crucifijo del Wawel en el año 1987 con ocasión de la tercera peregrinación de Juan Pablo II a su patria. Otro lugar santo “el más significativo de la catedral del Wawel” para Juan Pablo II, es el altar de la cripta de San Leonardo donde celebrara sus tres primeras Misas el 2 de Noviembre de 1946. Es tambien uno de mis lugares mas queridos dentro de la Catedral.

Esta vez saltee varios lugares que ya conocia, p.ej. Collegium Maius, antiguo claustro de la Universidad Jaguellonica, ese edificio verdaderamente interesante del siglo 14, que dicen es el edifico universitario medieval mejor preservado en Europa. Tambien pase de largo el distrito de Kazimierz, algo que nadie debe dejar de ver si visita Krakow. Imaginar la escalada de sufrimientos y terror detrás de esos muros y el tragico destino de tantas familias judias que alli vivian da escalofrios, un lugar fuerte para la memoria, para el nunca más, que todos deberiamos conocer. Tampoco fui a la Iglesia dedicada a san Estanislao Kostka, parroquia de los salesianos donde Karol Wojtyla conocio a Jan Tyranowski, cuando vivia en el barrio de Debniki con su padre, que debe visitar quien va por primera vez y a su paso gozar del serpenteante Vistula.

Pero logre ir a Nowa Huta…medio perdida camine muchisimo. Antes di con otra Iglesia bellisima que no estaba en mi programa, la muy moderna Iglesia dedicada a la Madre de todos los polacos Nuestra Señora de Czestochowa. Debo averiguar más sobre su historia, pues pareciera estar muy relacionada con Solidarnosc y Walesa. No he encontrado su pagina web pero aquí pueden verse algunas fotografias. Finalmente llegué hasta el impresionante Santuario de Arka Pana dedicado a la Virgen de Fátima, concebido por Wojciech Pietrzyk con ese fondo de historia tan unica de teson, paciencia, vision y sueño de Karol Wojtyla y de su grey. Impactante la imagen de Cristo suspendido. Esteban Fernández Cobián de La Coruña tiene una explicación profesional, excelente y detallada en su entrada. No se la pierdan.

Nada me detendria visitar el lugar santo donde reposan los padres de Juan Pablo II y su hermano. En mi primer intento me perdí, pero insisti al dia siguiente. Alli estaba en el Cementerio de Rakowicki un dia de semana frio y lluvioso con una pequeña maceta de flores amarillas y una vela blanca cumpliendo uno de mis pendientes. Poquisimas personas. Una señora me indicó el lugar. Casi puedo decir que me sentia feliz. Sentia que era algo que debia hacer y pude hacerlo en silencio envuelta en un halo de paz.

El 18 de abril, dia del aniversario de la beatificación de santa Faustina Kowalska lo dediqué casi por entero al Santuario de la Divina Misericordia en Lagiewniki, (facil de llegar desde Krakow y donde tambien es posible hospedarse), al Convento y alrededores, donde se está construyendo un Gran Centro Juan Pablo II. Después de haber asistido al Primer Congreso de la Misericordia en Roma venia preparada a vivir esta visita con mayor intensidad. Alli en el descanso de la torre, (puede subirse en ascensor) fue colocada en el 2006 una gran estatua de Juan Pablo II mirando en direccion hacia sus queridas montañas Tatra. Me quede un largo rato en la Capilla del Convento, segui el Via Crucis al aire libre, y luego participe en la Basílica de la Coronilla y la Santa Misa (sin mucha ceremonia) el dia que se recordaba la beatificación de Santa Faustina. Seguramente festejarian con mas pompa el 30 de abril, aniversario de la canonización.

Creo que es todo por Krakow. Y perdon por lo extenso, alguien tendrá paciencia en leer todo esto ;) Continuare con el resto en los proximos dias y agregaré algunas fotos, que debo admitir serán prestadas o de mi viaje anterior. El primer dia de mi viaje se rompio mi cámara digital ;(

6 comentarios:

Dulcinea dijo...

He descubierto esta página por casualidad. Me uno al grupo inmenso de personas que tenemos cosas que agradecerle al Santo Padre. Yo le debo tanto, en ocasiones especiales y en el día a día, que si empiezo no acabo. Que Dios le bendiga.

Ludmila Hribar dijo...

Gracias Dulcinea por tus palabras. Gracias por unirte. Todos tenemos mucho para agradecer y la mejor manera de hacerlo es hacer conocer sus enseñanzas y su testimonio de vida.

Dulcinea dijo...

Yo le agradezco su ejemplo de vida, sus encíclicas, sus libros, su perdón hacia los que le atacaban, incluso a quien le intentó asesinar. También su sentido del humor, su bondad, su ternura con los niños(cómo los quería), su entereza ante la enfermedad y el dolor físico. Cómo nos dejó estar a su lado cuando iba a morir.

Y cómo, sin merecerle, le he tenido y le tengo cerca. Presente. Vivo.

Aunque Benedicto XVI tampoco es manco ;)

Marta Salazar dijo...

Hola hola! te puse un link, ayer!

un abrazo fuerte!

Ludmila Hribar dijo...

Gracias Dulcinea por compartir tus agradecimientos por el ejemplo de vida de Juan Pablo II, y como tu bien dices que tambien nos dejó estar a su lado cuando iba a morir, qué ejemplo de entereza y entrega! Un abrazo.

Ludmila Hribar dijo...

Mil gracias Marta. Un fuerte abrazo. Ljudmila