"Habéis recibido un espíritu de hijos" (Rm 8, 15)
El 13 de agosto de 1991 el Santo Padre Juan Pablo II iniciaba “la segunda fase de la peregrinación del año a su Patria”. Y lo hacia en el el marco del Viaje Apostólico a Polonia y Hungria. Permanecería en Polonia hasta el dia 16.
La celebración central de esta visita era presidir la VI Jornada Mundial de la Juventud en Czestochowa; hospedado en Cracovia no pudo dejar de visitar la Colina del Wawel, un verdadero Santuario de nuestra historia” y también un particular santuario de sufrimiento humano, el hospital de niños.
Y en Cracovia se detuvo respetuosamente en el cementerio de Rakowice donde están enterrados su padre, su madre y su hermano
y el mismo dia 13 presidió la Misa de beatificación de la mística franciscana Aniela Salawa
“hija del pueblo polaco, nacida en el cercano Siepraw…Cracovia fue el ambiente de su trabajo, de sus sufrimientos y de su maduración en la santidad. Vinculada a la espiritualidad de san Francisco de Asís, mostró una sensibilidad insólita ante la acción del Espíritu Santo” decìa el Santo Padre en su homilía. La celebración se llevo a cabo en la Plaza del Mercado (Rynek Glowny) en el centro histórico de Cracovia. El Santo Padre también agradecía la “marcha blanca” realizada en Cracovia hacia 10 años en ocasión del atentado sufrido en 1981; recordaba el 40 aniverario de la muerte del gran Cardenal Stefan Sapieha, “nuestro padre, nuestro verdadero padre” y los 15 años del martirio de Maximiliano Kolbe en el campo de Auschwitz.
El dia 14 después de haber besado el umbral de la Iglesia parroquial de Wadowice y la pila bautismal donde recibiera el sacramento del bautismo el 20 de junio de 1920, el Santo Padre celebró la Misa de consagración el nuevo templo San Pedro apóstol en Wadowice, construida por su pueblo en agradecimiento a Dios por su elección al Papado y por haberle salvado la vida en la Plaza de San Pedro el 13 de mayo de 1981. En una emotiva homilía “Te saludo, tierra de mi patria, te saludo ciudad natal a orillas del río Skawa” recordó su infancia y tuvo palabras de agradecimiento para todos….sabed – decía - que habéis contribuido a mi educación, que todas estas cosas forman parte de mi corazón”
El mismo día 14 se encontraba con los jóvenes que ya habían colmado la explanada y los alrededores del Santuario de Jasna Gora y les hacía llegar su saludo de bienvenida. Esa tarde se celebraba la Vigila de oración, con motivo de la IV Jornada Mundial de la Juventud. En su saludo inicial les recordaba a los jóvenes los comienzos de las Jornadas y añadía – teniendo en cuenta el momento histórico especial - “Todo lo que, durante varios decenios, quedó dividido por la fuerza en este continente, ahora ha de acercarse de una y otra parte a fin de que Europa busque la unidad para su futuro y para el bien de toda la familia humana y retorne a sus propias raíces cristianas”
La Vigilia de Oraciòn estuvo centrada en tres palabras – guia : Yo soy (la palabra). Me acuerdo. Velo.
Yo soy: “Habéis venido aquí, queridos amigos, para recuperar y confirmar profundamente esta identidad humana: «yo soy», delante del «Yo Soy» de Dios. Mirad la cruz en la que el «Yo-Soy» significa «Amor». ¡Mirad la cruz y no os olvidéis! Que el «estoy junto a ti» siga siendo la palabra clave de toda vuestra vida”.
Me acuerdo: “Me acuerdo. Estoy junto a ti; me acuerdo de ti. Junto a la cruz de Cristo, el primer símbolo de nuestra vigilia, ha sido colocada la Biblia, la Sagrada Escritura, el Libro….Cuando mañana nos marchemos de aquí, hagamos todo lo posible por conocer cada vez más profundamente a Cristo. Esforcémonos por permanecer en contacto íntimo con el Evangelio, con la palabra del Dios vivo, con la Sagrada Escritura, a fin de conocernos mejor a nosotros mismos y comprender cuál es nuestra vocación en Cristo, el Verbo encarnado”
Velo : El icono de la Madre de Dios. «Theotokos». Al lado de la cruz y la Biblia hay un icono: el tercer símbolo de nuestro encuentro de oración. A este símbolo corresponde la palabra «velo»: yo soy, me acuerdo, velo. Las tres palabras del llamamiento de Jasna Góra, que desde aquí, durante las grandes luchas espirituales, llegaba a toda la tierra habitada por los polacos. Yo soy, me acuerdo, velo. Las tres palabras-guía que nos han ayudado….Aquí, en Jasna Góra, la palabra «velo» tiene un contenido mariano, que corresponde al significado del icono de la Madre de Dios. «Velo», expresa la actitud de la Madre….«Velo» quiere decir, además, veo a los otros… Velo quiere decir: amor al prójimo; quiere decir: fundamental solidaridad «interhumana». Y terminaba con palabras que habia dicho en 1983, “año particularmente difícil para Polonia”
Yo soy: “Habéis venido aquí, queridos amigos, para recuperar y confirmar profundamente esta identidad humana: «yo soy», delante del «Yo Soy» de Dios. Mirad la cruz en la que el «Yo-Soy» significa «Amor». ¡Mirad la cruz y no os olvidéis! Que el «estoy junto a ti» siga siendo la palabra clave de toda vuestra vida”.
Me acuerdo: “Me acuerdo. Estoy junto a ti; me acuerdo de ti. Junto a la cruz de Cristo, el primer símbolo de nuestra vigilia, ha sido colocada la Biblia, la Sagrada Escritura, el Libro….Cuando mañana nos marchemos de aquí, hagamos todo lo posible por conocer cada vez más profundamente a Cristo. Esforcémonos por permanecer en contacto íntimo con el Evangelio, con la palabra del Dios vivo, con la Sagrada Escritura, a fin de conocernos mejor a nosotros mismos y comprender cuál es nuestra vocación en Cristo, el Verbo encarnado”
Velo : El icono de la Madre de Dios. «Theotokos». Al lado de la cruz y la Biblia hay un icono: el tercer símbolo de nuestro encuentro de oración. A este símbolo corresponde la palabra «velo»: yo soy, me acuerdo, velo. Las tres palabras del llamamiento de Jasna Góra, que desde aquí, durante las grandes luchas espirituales, llegaba a toda la tierra habitada por los polacos. Yo soy, me acuerdo, velo. Las tres palabras-guía que nos han ayudado….Aquí, en Jasna Góra, la palabra «velo» tiene un contenido mariano, que corresponde al significado del icono de la Madre de Dios. «Velo», expresa la actitud de la Madre….«Velo» quiere decir, además, veo a los otros… Velo quiere decir: amor al prójimo; quiere decir: fundamental solidaridad «interhumana». Y terminaba con palabras que habia dicho en 1983, “año particularmente difícil para Polonia”
¡«Estoy cercano a ti, me acuerdo de ti, velo»!
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