El 3 de enero de 1998 Juan Pablo II realizó una visita no programada a Asis, para orar ante la tumba del Poverello por las victimas del terremoto que habia sacudido la región de Umbria provocando el derrumbe de parte de las bóvedas de la basílica Superior de San Francisco. Habia venido tambien a testimoniar su “cercanía y la de toda la comunidad eclesial, a “elevar al Señor una ferviente oración por las victimas del terremoto y por sus familiares” y a “estrechar en un abrazo espiritual todas las localidades, afectadas por el terremoto”
Que estas palabras «Francisco, ve y reconstruye mi casa» ordenadas con "dulce pero irresistible voz cuando Francisco se hallaba rezando ante el viejo Crucifijo bizantino de la destartalada capilla de San Damián", signifiquen para nosotros un mensaje lleno de vida alentándonos a reconstruir las “casas de Dios” y las “iglesias domésticas” en los rincones del mundo donde nos toca vivir, acercándonos a aquellos que más sufren y menos tienen, recordando que “lo que hacemos en favor de los necesitados y de los que sufren lo hacemos a Cristo (cf. Mt 25, 40)”.
Que estas palabras «Francisco, ve y reconstruye mi casa» ordenadas con "dulce pero irresistible voz cuando Francisco se hallaba rezando ante el viejo Crucifijo bizantino de la destartalada capilla de San Damián", signifiquen para nosotros un mensaje lleno de vida alentándonos a reconstruir las “casas de Dios” y las “iglesias domésticas” en los rincones del mundo donde nos toca vivir, acercándonos a aquellos que más sufren y menos tienen, recordando que “lo que hacemos en favor de los necesitados y de los que sufren lo hacemos a Cristo (cf. Mt 25, 40)”.
Invito visitar: San Francisco, "Imagen perfecta de Cristo" por Daniel Rops
2 comentarios:
Hoy son muchos los que tienen necesidades, los que verdaderamente pasan hambre, es deber nuestro ayudarles en sus necesidades materiales, pero nunca olvidemos que tambien tienen necesidad de alimentar su alma, si esta se encuentra junto a Dios, todo para ellos será más facil, aprenderán a trabajar, a ser mortificados, a ayudar a otros.
Esta tambien es tarea nuestra.
Gracias Icue por tu comentario. Si naturalmente debemos tratar de alimentar tambien sus almas, y cumplir así nuestra misión en la Iglesia "ay de mi si no evangelizare" Un abrazo. Ljudmila
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