La limusina entra en el patio de San Damaso, donde el General Wojciech Jaruzelski es saludado por el Prefecto de la Casa Pontificia quien lo acompaña hacia el interior al paso del saludo de la guardia suiza.
Se cumplian 62 meses desde que el lider comunista polaco habia declarado la guerra a su propio pais imponiendo la ley marcial.
El General Jaruzelski con su escolta acceden el ascensor que los llevará hasta el tercer piso del Palacio Apostólico, donde flanqueados por impactantes frescos de los mapas del mundo se dirigen al despacho pontificio.
Se abren las puertas y el hombre polaco, que dirigía el pais apoyado por una fuerza armada, es recibido en la biblioteca por otro hombre polaco cuyo liderazgo en su patria descansaba en el poder del espiritu.
Ambos hombres sabian cual de los dos habia ganado la batalla."
Ambos hombres sabian cual de los dos habia ganado la batalla."
Weigel, George : Witness to Hope, cap 15, p 528 Harper, 2005
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