Por aquí en el hemisferio sur es época de vacaciones. Recordamos algunos pensamientos del Santo Padre Benedicto XVI.
"En el mundo en que vivimos, es casi una necesidad fortalecer el cuerpo y el espíritu, especialmente para quien vive en la ciudad, donde las condiciones de vida, a menudo frenéticas, dejan poco espacio al silencio, a la reflexión y al contacto relajante con la naturaleza. Además, en las vacaciones se puede dedicar más tiempo a la oración, a la lectura y a la meditación sobre el sentido profundo de la vida, en el ambiente sereno de la propia familia y de los seres queridos. El tiempo de vacaciones ofrece oportunidades únicas para contemplar el sugestivo espectáculo de la naturaleza, “libro” maravilloso al alcance de todos, grandes y chicos. En contacto con la naturaleza, la persona recobra su justa dimensión, se redescubre criatura, pequeña pero al mismo tiempo única, “capaz de Dios”, porque interiormente está abierta al Infinito. Impulsada por la pregunta sobre el sentido que la apremia en el corazón, percibe en el mundo circundante la huella de la bondad, de la belleza y de la divina Providencia, y de una forma casi natural se abre a la alabanza y a la oración".
Angelus, Les Combes (Valle de Aosta) 17 de julio de 2005
"En el mundo en que vivimos, es casi una necesidad fortalecer el cuerpo y el espíritu, especialmente para quien vive en la ciudad, donde las condiciones de vida, a menudo frenéticas, dejan poco espacio al silencio, a la reflexión y al contacto relajante con la naturaleza. Además, en las vacaciones se puede dedicar más tiempo a la oración, a la lectura y a la meditación sobre el sentido profundo de la vida, en el ambiente sereno de la propia familia y de los seres queridos. El tiempo de vacaciones ofrece oportunidades únicas para contemplar el sugestivo espectáculo de la naturaleza, “libro” maravilloso al alcance de todos, grandes y chicos. En contacto con la naturaleza, la persona recobra su justa dimensión, se redescubre criatura, pequeña pero al mismo tiempo única, “capaz de Dios”, porque interiormente está abierta al Infinito. Impulsada por la pregunta sobre el sentido que la apremia en el corazón, percibe en el mundo circundante la huella de la bondad, de la belleza y de la divina Providencia, y de una forma casi natural se abre a la alabanza y a la oración".
Angelus, Les Combes (Valle de Aosta) 17 de julio de 2005
2 comentarios:
Las vacaciones es el tiempo ideal para encontrarse con uno mismo, pero ¡cuesta tanto entrar en nuestro interior! Tienes razón que con el ruido y la prisa de la vida diaria, es casi imposible pararse un minuto para rezar y meditar, pero con la ayuda de Dios todo es posible. Sólo hay que pararse un instante y tomar conciencia de la presencia continua de nuestro Padre, que camina a nuestro lado en todo momento.
Felicidades por tu blog, es precioso. Un saludo
Gracias Lojeda por visitarme. Si! las vacaciones son una buena oportunidad para encontrarnos a nosotros mismos. Solo tenemos que querer hacerlo y ayudar a los demás que lo hagan nos hace tanto bien! Un abrazo.
Publicar un comentario