Era la segunda vez que el Santo Padre Juan Pablo II visitaba Nicaragua. La primera habia sido la tan comentada “noche oscura” de 1983, cuando la Junta Sandinista se encontraba en su momento de mayor fuerza política y tenia cuatro ministros sacerdotes, el momento del reto al padre Cardenal y la Santa Misa con los gritos del poder popular.
El 7 de febrero de 1996 volvía a Nicaragua, después de 13 años, trayendo el mismo mensaje en “nombre de Cristo, que «permanece el mismo hoy como ayer, y por la eternidad» (Hb 13, 8).1 Es un mensaje de paz y reconciliación, de invitación a la solidaridad y fraternidad, que os ayude a ser auténticos protagonistas de la civilización del amor”.
“Por eso - dijo - el proceso de democratización que habéis emprendido y la etapa preelectoral en la que os encontráis deben ir acompañados de una auténtica revitalización de los tradicionales valores morales del pueblo nicaragüense, así como de un compromiso ético por parte de quienes aspiran a las magistraturas del Estado. En este sentido, la historia y la experiencia demuestran que no basta progresar sólo a nivel material: sin verdadero progreso moral no hay progreso humano integral”
2 comentarios:
Santo Padre Juan Pablo II, tu que amaste tanto a Nicaragua y estáas ahora en la presencia del Padre, ruega por la paz, la democracia y la libertad para nuestra empobrecida nación.
Seguramente lo esta haciendo! Los pondre a todos en mis oraciones el ese dia tan especial del 1ro de mayo!
Publicar un comentario