Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

domingo, 10 de febrero de 2008

Juan Pablo II y Venezuela - 10 de febrero 1996


En la mañana del 10 de febrero de 1996, segundo dia de su visita apostólica a Venezuela, Juan Pablo II partió para Guanare, lugar donde “cantaré con vosotros las glorias de la Madre del Señor a la cual veneráis bajo la advocación de Nuestra Señora de Coromoto” según habia dicho en sus palabras de bienvenida. Inauguraba el nuevo Santuario Nacional de Nuestra Señora de Coromoto, y oficiaba la Santa Misa en su honor.

«Tu eres el orgullo de nuestro pueblo» (Jdt 15, 9)

El tema central de su homilia fue la Madre de Dios que ha establecido su morada en medio de su pueblo. Precisamente alli en Coromoto se reunian para venerar a Santa Maria de Coromoto, Patrona de Venezuela, la que habia coronado en su viaje anterior y que viene acompañando al pueblo venezolano desde el 8 de septiembre de 1652. En la homilía reiteró su súplica de 1979 «Tú que has entrado tan adentro en los corazones de los fieles a través de la señal de tu presencia, ... vive como en tu casa en estos corazones, también en el futuro» (Homilía en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, 27 de enero de 1979).
Al concluir su homilía deposito ante Nuestra Señora sus súplicas para el pueblo venezolano.

Ese mismo dia a su regreso a Caracas se realizó el encuentro con los representantes de la vida social, cultural, politica y economica de Venezuela en el Teatro “Teresa Carreño”. Juan Pablo II tuvo palabras especiales y específicas para los representantes y responsables de todos los estratos del pueblo venezolano. Les hablo de la cultura de la vida y les exhortó a trabajar incansablemente por el verdadero bien del país. Considerando que “en el momento presente se han debilitado aspectos fundamentales y la jerarquía de valores les recordó que “no debe olvidarse que el proceso de empobrecimiento material conduce muchas veces a un empobrecimiento moral y espiritual de las personas y de los grupos sociales, especialmente de los jóvenes y adolescentes.
“Venezolanos – les dijo - aunque sean serias las dificultades e inmensos los desafíos, grande ha de ser vuestro empeño. Ante un presente con incertidumbres y un futuro con interrogantes, haced valer las propias capacidades con imaginación y sobre todo con generosidad, confiando en Dios: Dios ama al hombre”. Venezuela ocupa un lugar de relieve en un gran continente lleno de esperanza. Afrontando sin miedo los retos de vuestra historia, alzando los ojos a lo Alto y con un corazón solidario, caminad con paso firme hacia el Tercer Milenio, aportando generosamente vuestros talentos a la construcción de un nuevo orden más justo por ser más humano”.
¡Que Jesucristo, «Salvador y Evangelizador» (
Tertio Millennio Adveniente, 40), os guíe y bendiga en este camino!
Invito visitar el blog Salaespera con generosa descripción del Santuario de Nuestra Señora de Coromoto.
También la pagina Venezuela tuya con muchas fotografias del Santuario.

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