las fotos obviamente no se refieren al título, sino que son del 18 de mayo de 1996, dia que Juan Pablo II cumplia años en tierra eslovena. Prometo incluir la foto de la vista ad limina lo mas pronto posible.
El 6 Noviembre 1992 ocurrió algo especial, de rutina para las actividades diarias del Santo Padre, pero memorable y entrañable para mí y ya les digo porqué. Memorable porque fue la primer visita ad limina de la Conferencia Episcopal Eslovena, después de la proclamación de independencia de la Republica de Eslovenia el 26 de junio de 1991, desintegrada la antigua Yugoslavia. Entrañable porque Eslovenia es mi patria de origen. Argentina es mi segunda patria. Juan Pablo II conocia bien a Eslovenia, en tantas cosas tan parecida a su querida Polonia, y viviendo situaciones similares, y en otras tan distinta, pero comprendida porque tuvo quienes, muy cerca suyo, supieron explicarle. Por eso cuando les habló a los obispos se dirigió a ellos con las palabras precisas y justas para la Eslovenia independiente, aún fuertemente marcada por el estigma de su antiguo régimen, huellas profundas que solo el amor, la responsabilidad, el respeto por la vida y la búsqueda de la verdad pueden dignificar. A continuación una breve cita del discurso de Juan Pablo II en aquella oportunidad, palabras que hoy siguen vigentes:
El 6 Noviembre 1992 ocurrió algo especial, de rutina para las actividades diarias del Santo Padre, pero memorable y entrañable para mí y ya les digo porqué. Memorable porque fue la primer visita ad limina de la Conferencia Episcopal Eslovena, después de la proclamación de independencia de la Republica de Eslovenia el 26 de junio de 1991, desintegrada la antigua Yugoslavia. Entrañable porque Eslovenia es mi patria de origen. Argentina es mi segunda patria. Juan Pablo II conocia bien a Eslovenia, en tantas cosas tan parecida a su querida Polonia, y viviendo situaciones similares, y en otras tan distinta, pero comprendida porque tuvo quienes, muy cerca suyo, supieron explicarle. Por eso cuando les habló a los obispos se dirigió a ellos con las palabras precisas y justas para la Eslovenia independiente, aún fuertemente marcada por el estigma de su antiguo régimen, huellas profundas que solo el amor, la responsabilidad, el respeto por la vida y la búsqueda de la verdad pueden dignificar. A continuación una breve cita del discurso de Juan Pablo II en aquella oportunidad, palabras que hoy siguen vigentes:
...Formad laicos, guiandolos a beber de la fuente pura del Evangelio y de las enseñanzas de la Iglesia. Seran los laicos, bajo vuestra guia los verdaderos constructores de aquella “civilización del amor” que tanto necesita el mundo de hoy, en particular vuestra Patria en la convivencia interna y en sus relaciones con las naciones vecinas, a las cuales habia estado ligada en una unica estructura estatal. No dejen de promover la pastoral familiar, porque la familia cristiana, “Iglesia doméstica” abierta a la vida, es el lugar natural de la transmisión de la fe de padres a hijos. El tejido de las familias verdaderamente cristianas será el fundamento de una Iglesia viva y de una sociedad sana, en la cual se respete la cultura de la vida, no obstante las mulitples tentaciones en contrario, que se manifiestan, entre otros, recurriendo a metodos anticonceptivos, y el alto numero de divorcios y de abortos. La formación espiritual de la Comunidad cristiana, fortalecida por la oración de las almas consagradas, no cesará de suscitar jóvenes que sabrán responder con generosidad la llamada del Señor a la vida sacerdotal y religiosa, asegurando la presencia de los operarios indispensables para el futuro de la Iglesia en vuestra Patria...
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