A la Familia, un tema tan caro y tan cercano a Juan Pablo II, se dedica la exhortación apostólica Familiaris Consortio - Sobre la mision de la familia cristiana en el mundo actual, que se diera a conocer el 22 de noviembre de 1981, “fruto del Sínodo, que se celebró en octubre de 1980”. "Frente a los problemas enormes y dramáticos de la justicia en el mundo, de la libertad y de la paz, la familia cristiana "constituye una energía interior que origina, difunde y desarrolla la justicia, la reconciliación, la fraternidad y la paz entre los hombres" (Familiaris consortio, 48) A la Familia, objeto de numerosisimas intervenciones del Pontificio Consejo para la Familia se refiere Juan Pablo II en su Angelus del 27 de diciembre de 1981:
"Amar a la familia significa saber estimar sus valores y posibilidades, promoviéndolos siempre. Amar a la familia significa individuar los peligros y males que la amenazan, para poder superarlos. Amar a la familia significa esforzarse por crear un ambiente que favorezca su desarrollo. Finalmente, una forma eminente de amor es dar a la familia cristiana de hoy, con frecuencia tentada por el desánimo y angustiada por las dificultades crecientes, razones de confianza en sí misma, en las propias riquezas de naturaleza y gracia, en la misión que Dios le ha confiado: "Es necesario que las familias de nuestro tiempo vuelvan a remontarse más alto. Es necesario que sigan a Cristo" (Exh. Apost. Familiaris consortio, 86)
Invito a leer la Conferencia del Cardenal Alfonso Lopez Trujillo al celebrarse los cinco años del Pontificado de Juan Pablo II con una primera parte importante acerca de su servicio a la familia
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