Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

martes, 22 de enero de 2008

Oración de Juan Pablo II a Jesucristo por las familias de América


"Al concluir esta Exhortación Apostólica, con la que he recogido las propuestas de los Padres sinodales, acojo gustoso su sugerencia de redactar una oración por las familias en América. Invito a cada uno, a las comunidades y grupos eclesiales, donde dos o más se reúnen en nombre del Señor, para que a través de la oración se refuerce el lazo espiritual de unión entre todos los católicos americanos. Que todos se unan a la súplica del Sucesor de Pedro, invocando a Jesucristo, « camino para la conversión, la comunión y la solidaridad en América »"

Señor Jesucristo, te agradecemos
que el Evangelio del Amor del Padre,
con el que Tú viniste a salvar al mundo,
haya sido proclamado ampliamente en América
como don del Espíritu Santo
que hace florecer nuestra alegría.
Te damos gracias por la ofrenda de tu vida,
que nos entregaste amándonos hasta el extremo,
y nos hace hijos de Dios
y hermanos entre nosotros.
Aumenta, Señor, nuestra fe y amor a ti,
que estás presente
en tantos sagrarios del Continente
Concédenos ser fieles testigos de tu Resurrección
ante las nuevas generaciones de América,
para que conociéndote te sigan y
encuentren en ti su paz y su alegría.
Sólo así podrán sentirse hermanos
de todos los hijos de Dios dispersos por el mundo.
Tú, que al hacerte hombre
quisiste ser miembro de una familia humana,
enseña a las familias
las virtudes que resplandecieron
en la casa de Nazaret.
Haz que permanezcan unidas,
como Tú y el Padre sois Uno,
y sean vivo testimonio de amor,
de justicia y solidaridad;
que sean escuela de respeto,
de perdón y mutua ayuda,
para que el mundo crea;
que sean fuente de vocaciones al sacerdocio,
a la vida consagrada
y a las demás formas
de intenso compromiso cristiano.
Protege a tu Iglesia y al Sucesor de Pedro,
a quien Tú, Buen Pastor, has confiado
la misión de apacentar todo tu rebaño.
Haz que tu Iglesia florezca en América
y multiplique sus frutos de santidad.

Enséñanos a amar a tu Madre, María,
como la amaste Tú.
Danos fuerza para anunciar con valentía tu Palabra
en la tarea de la nueva evangelización,
para corroborar la esperanza en el mundo.

¡Nuestra Señora de Guadalupe,
Madre de América,
ruega por nosotros!

Dado en Ciudad de México, el 22 de enero del año 1999, vigésimo primero de mi Pontificado

4 comentarios:

alter-ego dijo...

La insistencia acerca de la relación inseparable entre la evangelización y el ecumenismo es de una importancia radical en la reflexión contemporánea.

Todavía aún más en América Latina donde la Iglesia ha hecho una opción primordial por la nueva evangelización.


Me gustaría estar en su blog si es posible,por que vive en mi corazón Juan Pablo II y es un privilegio estar con Uds.Grácias.

Ludmila Hribar dijo...

Gracias de corazon Martin por tu interés en todo lo relativo a nuestro comun amigo Juan Pablo II. Nuestra idea era armar un foro para intercambiar mensajes primordialmente para continuar con el grupo de oración e intercambiar pequeños mensajes pues ya nos conociamos del otro foro, pero optamos por mantenernos unidos por e-correo, asi que si quieres puedes unirte al grupo de esta manera, agrego tu dirección de corrreo alli.

icue dijo...

ljudmila.
Me uno hoy a ti en esta oración de Juan Pablo II, por las familias,de todo el mundo, que tanto lo necesitamos.
Con afecto

Ludmila Hribar dijo...

Gracias Icue de corazón. Un abrazo. Ljudmila